El ministro de Interior de Francia, Gérald Darmanin, afirmó este lunes que su país va a reforzar el control de las fronteras y expulsará a extranjeros sospechosos de integrismo islámico, después de la serie de atentados terroristas que ha sufrido el país en apenas un mes.
Darmanin explicó, en una entrevista al canal BFMTV, que en el último mes 16 sospechosos de radicalización islámica han sido expulsados y que ha pedido a los delegados del gobierno que sean internados otros extranjeros en situación irregular sobre los que hay el mismo tipo de sospechas y que ascienden a un centenar.
Se trata así de organizar su expulsión a los países de origen, que en muchos casos no los quieren.
Avanzó que a finales de esta semana viajará a Túnez y a Argelia para trabajar con sus homólogos en una mayor coordinación antiterrorista y para que esos países acepten la expulsión de sus nacionales sospechosos de radicalización islámica en Francia.
Esos desplazamientos se han concertado tras las conversaciones telefónicas del presidente francés, Emmanuel Macron, con las más altas autoridades de estos países del Magreb.
El autor del ataque contra una iglesia de Niza el jueves pasado en el que tres personas fueron asesinadas, identificado como Ibrahim Issaoui, es un tunecino de 21 años de edad que había entrado clandestinamente en Europa a finales de septiembre a través de la isla italiana de Lampedusa y había llegado a Francia muy recientemente.
Issaoui, reducido a tiros por policías municipales, se encuentra hospitalizado y cuando su estado mejore será interrogado.
Darmanin indicó que próximamente también irá a Rusia para hablar de la devolución allí de chechenos radicalizados. El asesino del profesor Samuel Paty, decapitado a la salida de su colegio en la región de París el 16 de octubre, era un joven checheno de 19 años con estatuto de refugiado en Francia.
El titular de Interior insistió en que se van a controlar mejor las fronteras, sin dar detalles de cómo se hará. Pero a continuación indicó: «No hagamos creer que señalando a los extranjeros controlamos el terrorismo«.
Para demostrarlo, hizo notar que la mayor parte de los terroristas tienen nacionalidad francesa, y entre los extranjeros hay diferentes perfiles.
«El terrorismo – subrayó – no tiene nada que ver con la nacionalidad o con el color de la piel», sino con el integrismo islámico.
Francia elevó a su máximo nivel la alerta terrorista tras el atentado de Niza, lo que entre otras cosas se traduce en un aumento de 3.000 a 7.000 del número de militares que patrullan por las calles o vigilan lugares estratégicos en todo el país.
También con la movilización de 3.500 reservistas de la Gendarmería y la puesta a disponibilidad de los prefectos de 3.500 gendarmes y policías de unidades móviles.
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