El central Gerard Piqué, uno de los capitanes del FC Barcelona, aseguró que es «una barbaridad» que el club se haya gastado dinero, «dinero que ahora nos están pidiendo», para criticar, ya no solo a personas externas con una relación histórica con el club, sino a jugadores activos.
Se refiere Piqué al caso Barçagate y a la contratación, supuestamente por parte del club, de una empresa para monitorizar la actividad en las redes sociales para la entidad azulgrana y de crear cuentas en las redes sociales para criticar a personas del entorno azulgrana, entre ellas Messi y Piqué.
El central habló tras el 2-8 en Lisboa contra el Bayern de Múnich, pidió cambios en el club, se puso a disposición del club y mantuvo dos meses y medio de silencio, que ahora rompió en estas declaraciones a La Vanguardia.
Relación con Bartomeu
«¿Mi relación con el presidente Bartomeu? No quiero llevarme mal con nadie pero ha habido veces: el tema de las redes sociales, le pedí explicaciones (a Bartomeu) y lo que me dijo es ‘Gerard, yo no lo sabía’. Y me lo creí. Pues después ves que, en acciones futuras, la persona encargada de contratar esos servicios todavía está trabajando en el club», indica.
Se refiere Piqué a Jaume Masferrer, mano derecha de Bartomeu en el día a día del club: «Eso me duele mucho. Lo digo aquí porque se lo dije antes personalmente al presidente. ¿Y qué quiere que le diga? ¿Es doloroso? Sí. ¿Puedo hacer algo más? Pues no. Mi relación con el presidente puede ser cordial, pero hay cosas que quedan».
El Burofax de Messi
Habló sobre la petición de salida de Lionel Messi del club y de que en aquellos días no tuvo mucho trato con él. «Creí que era una decisión muy personal», dijo.
«Leo se había ganado sobradamente tomar una decisión y si él consideraba que debía irse, yo como presidente hubiese actuado diferente. ¿En qué sentido? Un jugador que durante 16 años te ha dado tanto, estás obligado a llegar a un acuerdo con él. No puede ser tan evidente que las dos partes estén tan distanciadas», comentó.
Preguntado si enviar un burofax era la manera, Piqué respondió con otra cuestión: «¿Cómo puede ser que el mejor jugador de la historia, que hemos tenido la santa suerte de disfrutar, se levante un día y envíe un burofax porque siente que no le están escuchando?».
«Todo es demasiado chocante. ¿Qué está pasando? Leo se lo merece todo. El estadio nuevo debe llevar su nombre y luego el del patrocinador. Debemos preservar nuestras figuras, no desprestigiarlas. Me pone de los nervios», admite.
Piqué va más allá y le sorprende que gente como Guardiola, Puyol, Xavi o Valdés no estén en el club: «Algo no se está haciendo bien. A esta gente la has de mantener siempre, forman parte de la historia del club, lo han hecho grande. Deberían sumar, estar aquí».
A Leo Messi el central lo ve muy bien, muy implicado e ilusionado. Comentó que es «el reflejo de vestuario, el ejemplo a seguir; si él está bien, da tranquilidad».
El drama de Lisboa
Aseguró en lo personal que está muy bien, que el final de la temporada pasada fue un drama y que en las vacaciones hizo «un reset» para digerirlo, porque «se trata de volver a empezar».
Tiene muy buenas sensaciones con Koeman, que utiliza «un mensaje muy directo, que al vestuario le ha gustado, y la dosis de trabajo ha aumentado».
De su discurso tras el 2-8 en Lisboa, Piqué comentó que algo así quedará marcado por siempre en la historia del club y en ese momento es cuando los dirigentes han de tomar decisiones.
Admitió Piqué que pensó en marcharse del club, en caso de que los dirigentes o el entrenador no contasen con él, porque no tenía ningún problema e insistió: «El Barcelona está por encima de todos».
Un equipo en caída desde 2015
El capitán azulgrana considera que todo se empezó a torcer después del triplete de 2015. «Tocamos el cielo y a partir de ahí el club ha ido cayendo en lugar de crecer y esa tendencia es inapelable. Tocamos fondo con el 2-8 y teníamos que hacer un reset todos para ver qué era lo mejor para el club. Desde la humildad, remando y teniendo claro que nadie es imprescindible», insistió.
En relación con la destitución de Ernesto Valverde, Piqué dijo: «Tras ganar dos Ligas y siendo líderes, echar al entrenador a mitad de temporada, como proyecto, no me parece coherente».
«A nosotros (los capitanes del equipo) se nos convoca a una reunión y se nos transmite un mensaje, y parece que debamos aprobarlo o desaprobarlo, cuando nosotros dijimos: ‘Señores, esa es una decisión que deben tomar ustedes», indica.
Y preguntado sobre el ascendiente de los futbolistas en las decisiones del día a día, Piqué cree que cuando «un club funciona mejor y todo resulta más sano para todos es cuando las jerarquías están bien marcadas».
«El presidente debe ser el primero y después el entrenador debe mandar sobre los jugadores. Cuando esta jerarquía se rompe las cosas no funcionan. Si los jugadores en algún momento hemos tenido el poder es porque otras personas no han querido ejercerlo», añadió.
Su renovación
Preguntado sobre si no resulta incongruente que pese a su mala relación con Bartomeu haya renovado su contrato con el Barcelona, Piqué negó esta opinión y expuso la suya.
«No. Es muy sencillo. El club me comunica, a mí y a otros jugadores, que debido a la pandemia el club sufrirá mucho económicamente y en esa tesitura el Barcelona está por encima de cualquier persona. El Barcelona me lo ha dado todo, así que me pongo a su disposición. Me dicen que todo el dinero al que pueda renunciar este año será cobrado en un futuro. Hacemos números y propongo una cantidad», comenta.
Y tampoco considera una contradicción cerrar su renovación y firmar un burofax junto a la plantilla negándose a sentarse en la mesa de negociación.
«Son cosas diferentes. A título personal cada jugador es libre de aceptar la propuesta voluntariamente del club. Otra cosa es que te obliguen de forma unilateral y que lo hagan con las formas en que lo han hecho. Ahí, la verdad, estoy en total desacuerdo», argumentó.
En cuanto al voto de censura que hay en marcha, Piqué cree que es la demostración de que el club está más vivo que nunca, porque lograr 20.000 firmas con la coyuntura actual le parece «una barbaridad».
«¿Cuándo hay que votar? Ahí no me meto. Que sea ahora o en marzo. Lo que merece reivindicación es la movilización, demuestra que pertenecemos a algo que está muy vivo», insistió Piqué, quien adelanta que irá a votar en ese referéndum.
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