Desde pequeño el arte siempre ha formado parte de su vida. Su padre es artista plástico, por lo que creció rodeado de lienzos y pinceles. Fue su primer maestro y el que más lo influenció. De allí que Tropical Man Go, el nuevo proyecto musical de Orlando Martínez (Mangan), baterista de Viniloversus, sea una fusión de todos esos elementos que han estado presente en su carrera.
Hace cinco años Mangan compuso un par de canciones que, sin saberlo, más adelante le darían forma a su primer EP como solista, 001. «Algunas las escribí con mi hermano y salieron del jamming», recuerda.
El proyecto empezó a gestarse a mediados de 2017, cuando su hermano menor, Ignacio Martínez, le dio la idea. Finalmente, el año pasado pusieron manos a la obra y empezaron a trabajar en el EP, que está disponible desde el 23 de septiembre.
Cinco canciones le dan forma a 001: «El humano o el dinero», «Dime qué piensas tú», “Goodbye Lover, Goodbye Friend», «Love, Love, Love (Where Are You?)» y «Don’t Cry Mr. Gorri». Todas con mucha crítica social y que siguen vigentes hoy, aunque se escribieron hace cinco años. «Hacemos cuestionamientos como ¿quién va primero el humano o el dinero? También hacemos un llamado a la acción ante las injusticias que siguen ocurriendo en el mundo», explica.
Aunque algunas de las canciones del EP están escritas en inglés y otras en spanglish, el idioma no representa una barrera para el músico. «Si el día de mañana tengo la oportunidad de conectar con alguien que quiera dar un mensaje en otro idioma, no tengo ningún tipo de problema. El mensaje siempre ha sido lo más importante», asegura. Mangan tiene ocho años viviendo en Estados Unidos, primero en Miami y actualmente en Carolina del Norte.
El sonido que presenta el músico en Tropical Man Go es muy distinto al de Viniloversus. No quería competir con su banda, tampoco hacer algo similar. Quiso explorar ritmos de la música folk norteamericana. Sus referencias musicales para este proyecto fueron Johnny Cash y Bob Dylan.
Aunque en Viniloversus también componía, ha sido una buena experiencia estar al frente de este nuevo proyecto, en el que –afirma– no está solo. «Siempre he sido partidario de que la música y el arte son mejor en colectivo y esta no es la excepción, aunque yo lleve la batuta y sea la voz principal».
En esta nueva faceta el músico quería mostrar su voz y un lado más personal. «Me fascina ser el baterista de Viniloversus, pero esta es una obra más íntima, que no solo me representa a mí como músico sino como artista multidisciplinario», explica.
Mangan también es artista plástico como su padre. Desde hace más de 10 años ambos crearon un proyecto llamado Ikorma, con el que han realizado exposiciones en Venezuela y Estados Unidos. Y 001 mezcla tanto su lado musical como su faceta de artista visual. «Fue un reto unir todos los elementos artísticos. Desde el primer momento quise que fueran de la mano y se vieran bastante marcadas las dos», indica Mangan.
En esta nueva propuesta el músico creó un universo que se divide entre la realidad y la animación en el que coexisten dos personajes: la señora Rainbow y Mr. Gorri. La primera es una mujer norteamericana que ama la naturaleza, mientras que el segundo es un hombre políticamente incorrecto. «La estética de este mundo está inspirada en una obra que hizo mi papá antes de que yo naciera y que tengo tatuada en el brazo», cuenta.
Este proyecto es muy espiritual. En la portada del EP hay elementos como el chakra del tercer ojo y el mantra Aum mani padme hum. Este último en honor al maestro Ram Dass, que murió el año pasado. «Él era para mí una persona increíble y una de mis mayores influencias como ser humano. En parte, quise rendirle un pequeño homenaje», dice.
Para el músico la espiritualidad es algo fundamental y parte esencial de su vida. «Creo que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana más que seres humanos viviendo una experiencia espiritual. Ese es el lema que tengo desde hace mucho tiempo y que trato de reflejar en mi arte», afirma.
Mangan asegura que no tiene una actividad favorita entre la música y las artes plásticas. Lo que más disfruta es crear algo nuevo. «Ese proceso es lo que me da vida, energía y me apasiona. Entonces, sea música, una obra de arte o un dibujo, cualquier cosa que implique crear es lo que más disfruto».
Dividir su tiempo entre proyectos como Viniloversus, Ikorma y ahora Tropical Man Go es algo positivo. Como los tres son trabajos creativos puede vivir su vida en arte, como decía el maestro Carlos Cruz-Diez. «Eso es algo que me marcó muchísimo. He tratado de adoptar ese lema. Todo lo que tenga que ver con crear o explotar mi creatividad es bienvenido», asegura.
Agrega: «Cuando tengo un bloqueo lo que hago es enfocarme en otro proyecto. En mi caso, eso me facilita el trabajo creativo».
En estos días de confinamiento por la pandemia del covid-19 Mangan considera que la música tiene un rol importante, al igual que los artistas. «La música en particular es medicina para el alma y creo que es necesaria para todo, desde un desahogo hasta una reflexión. Creo que los artistas estamos obligados en esta nueva dinámica a evolucionar, entender y ver cuál es nuestro posicionamiento. Y, de cierta manera, tenemos que hacer que el arte tenga algo de conciencia, pero es algo muy personal», dice.
Aunque muchos han aprovechado estos días de encierro para descansar, Mangan no se ha detenido. Sigue trabajando en nueva música tanto para Tropical Man Go como para Viniloversus. También prepara un comic book que contará la historia de los personajes que forman parte de su proyecto solista. «Soy una persona muy activa, no creo que pare. No puedo. Sigo creando», finaliza.
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