Drew Barrymore saltó a la fama con tan solo 6 años cuando personificó a Gertie, la hermana menor de Elliot (Henry Thomas), el protagonista de la película ET, el extraterrestre. A los 45 años de edad, recordó con cariño aquella actuación y confesó que aún guarda un objeto original del set de grabación del filme que la posicionó como una estrella infantil en 1982.
En entrevista con la revista norteamericana Domino, la actriz rememoró el comienzo de su carrera y reveló que el filme dirigido por Steven Spielberg sin dudas fue un «antes y un después» en su precoz trayectoria. En este sentido, reveló que quiso conservar un accesorio de su personaje para poder «eternizar» ese momento.
La escena de la pequeña Gertie gritando al ver al extraño ser de otro planeta que escondía su hermano forma parte de los clásicos del cine, y en honor al éxito que cosechó a partir de la película, eligió un elemento del vestuario que hoy está en la habitación de sus hijas.
Me acabo de enterar que Drew Barrymore es Gertie en ET y quedé anonadada pic.twitter.com/0sXKl3cKQ8
— Disidir (@disidir_) May 14, 2019
«Tengo el sombrero de vaquero rojo que usé en ET. Hoy lo tienen mis niñas en su cuarto, y cuando lo veo me recuerda que tenía 6 años cuando lo usé», reveló. Y agregó: «Estoy tan contenta de tenerlo todavía».
Luego contó que realmente se trata de un «milagro» que lo haya podido guardar todos estos años, habiendo pasado ya más de tres décadas desde el estreno: «Soy absolutamente terrible guardando cosas. Lo pierdo todo, así que es mágico que aún lo tenga».
Sobre el final aseguró que considera importante transmitirle su «legado» a dos hijas, Olive, de 8, y Frankie, de 6, fruto de su relación con su exesposo, Will Kopelman: «Cuando somos niños no pensamos que algo será importante para nosotros algún día; limpiamos nuestra habitación y tiramos las cosas sin darles el valor suficiente».
«Es bueno que los padres pongan algo de ellos en las habitaciones de sus hijos, es como una transferencia de recuerdos y energía», cerró. Actualmente la actriz se reinventó y debutó como conductora en The Drew Barrymore Show, un ciclo ideado para evitar la presencia física de los invitados debido a la pandemia de coronavirus, donde gracias a la ayuda de la tecnología se utilizan hologramas para concretar las entrevistas; incluso pudo hablar con su «yo de 7 años» en uno de los programas.
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