El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes que dará 13,6 millones de dólares de ayuda para los refugiados venezolanos, además de cuatro millones para organizaciones civiles nicaragüenses y 750.000 dólares para prisioneros políticos en Cuba, un paquete de asistencia que supera los 18 millones de dólares.
El anuncio lo hizo Mark Green, director de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), durante un debate sobre Cuba, Nicaragua y Venezuela en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un centro de pensamiento en Washington.
«Todos sabemos que la ayuda humanitaria es un alivio, pero la respuesta debe ser libertad y democracia», subrayó Green.
El jefe de la Usaid consideró que, a pesar de la muerte de Fidel Castro, su legado continúa en Cuba, ahora bajo el gobierno de Miguel Díaz-Canel, de manera que la represión sigue contra grupos como las Damas de Blanco, que reúne a esposas y familiares de presos políticos.
Green también alertó de «ejecuciones extrajudiciales, torturas y encarcelamientos» en Nicaragua, donde las protestas para pedir la renuncia del presidente Daniel Ortega han dejado 325 muertos desde abril, indicron las últimas cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Con respecto a Venezuela, Green acusó directamente al presidente Nicolás Maduro de haber provocado el mayor éxodo de la historia del continente con la salida del país de tres millones de venezolanos que principalmente se han puesto rumbo a Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Chile, señalaron datos de la Organización de las Naciones Unidas.
La nueva asistencia de EE UU busca ayudar a las organizaciones civiles de Cuba, Nicaragua y Venezuela que están documentado «los abusos y violaciones de derechos humanos», detalló Green.
Parte de la ayuda destinada a los migrantes venezolanos irá a parar a Colombia, principal destino de quienes huyen de Venezuela.
Cifras oficiales han demostrado que, en el transcurso del año, la agencia de cooperación de EE UU ha dado unos 173.500 dólares a «prisioneros políticos» y sus familias en Cuba y, además, ha otorgado unos seis millones de dólares a refugiados venezolanos y unos 13 millones a grupos en Nicaragua.
Esas cifras son solo una parte de la ayuda que EE UU otorga a asociaciones de esos países, que también reciben asistencia por parte de otras ramas del gobierno, como el Departamento de Agricultura.
Washington ha endurecido sus sanciones a Venezuela y Nicaragua desde que Donald Trump, presidente de EE UU, llegó al poder en enero de 2017.
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