El líder de una prominente secta religiosa de Siberia fue arrestado este martes en una parte remota de la región rusa, según informó la policía de ese país.
Sergei Torop, conocido por sus seguidores como Vissarion, fundó la Iglesia del Último Testamento en la región de Krasnoyarsk en Siberia en 1991.
Fue detenido junto con otros dos líderes del grupo.
Los tres están acusados de extorsionar a sus seguidores para pedirles dinero y de causarles daño físico y psicológico.
Torop, Vadim Redkin y Vladimir Vedernikov son sospechosos de «establecer una asociación religiosa cuyas actividades implican violencia contra individuos y de infligir daños corporales graves a dos o más personas», dijo una portavoz del Comité de Investigaciones de Rusia (equivalente del FBI de EE UU).
«Usaron el dinero [de sus seguidores] y también usaron violencia psicológica contra ellos», dijo a medios estatales.
Torop fue detenido durante una operación especial y un video en la televisión rusa mostró a unos agentes con uniformes de camuflaje conduciendo a dos hombres a un helicóptero.
Un residente local escribió en Facebook que cuatro helicópteros y decenas de hombres enmascarados habían llegado al área y habían estado registrando casas y edificios cercanos.
Ciudad del Sol
Torop, un expolicía de tránsito de 59 años de edad, había atraído a miles de seguidores desde que fundó el grupo religioso poco después de la disolución de la Unión Soviética.
El líder decía ser la reencarnación de Cristo.
En 2009, la agencia de noticias AFP le preguntó a Torop cómo sabía que era el hijo de Dios y él dijo: «Sentí que algo surgía violentamente de mi interior y que había estado retenido hasta entonces».
Supuestamente había experimentado un «despertar» en 1989, tras perder su empleo, reporta AFP.
Los seguidores de la Iglesia del Último Testamento fundaron un asentamiento, conocido como la Ciudad del Sol, en la región Kuraga de Siberia en 1995. Varios cientos de miembros viven en otros asentamientos de la región.
En 2000, el Ministerio de Justicia ruso dijo que la secta había acumulado 10.000 seguidores en todo el mundo.
Sus seguidores no pueden fumar, beber ni cambiar dinero, y deben vivir una subsistencia básica. Los creyentes en las enseñanzas de Torop tampoco deben consumir carne, café, té, azúcar, pan ni productos de trigo, informa el Servicio Ruso de la BBC.
El grupo combina elementos de la Iglesia Ortodoxa Rusa con temas de reencarnación, así como preparativos para el inminente apocalipsis, informó la revista The New Yorker en un reportaje de enero de 2013.
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