¿Feliz Navidad? ¿Qué tienen de felices si hay gente pasando hambre y no tiene ni para comprar regalos? ¿Y qué es eso de estar colocando pinos en todos lados? ¿Acaso todo el mundo vive en Canadá? ¡Cuándo van a terminar de entender que vivimos entre monte y palmeras, por favor!
Además, si se dan cuenta toda la tradición navideña es producto del patriarcado machista hetero opresor. ¡Claro!, el protagonista es San Nicolás, un hombre. ¿Por qué no es Mamá Santa? Porque él no la deja salir de casa. ¿Además dónde la puso a vivir? En el Polo Norte. Él lo calculó todo. No quiere que tenga amigas para reunirse. No quiere que tenga centros comerciales para ir de compras. No quiere que tenga oportunidades laborales a su alrededor. Solo quiere que viva a su servicio, esclavizada, mientras él se la pasa viajando por el mundo y tomando leche con galleticas. ¿Acaso se ha sabido que él le guarda algunas de las galleticas a ella? ¡Nada! Por lo visto el Polo Norte es luz para la calle y oscuridad para la casa.
San Nicolás no es más que un explotador enemigo de la inclusión. En su planta solo contrata enanos. ¿Y los negros? ¿Y los altos? ¿Y las mujeres? ¿Y los discapacitados? ¡Todos tenemos derecho al trabajo! ¿Por qué solo enanos? ¿Para pagarles la mitad del sueldo? ¿Y por qué instaló su fábrica en el Polo Norte? ¿Por qué no lo hizo en el hemisferio sur, donde se concentra la pobreza del planeta? ¡Es muy fácil ser feliz en el norte del norte! Así quién no.
Aparte el hombre nos salió explotador de animales. Tiene a esos renos esclavizados, pasando frío y los maltrata a punta de latigazos. También prueba productos humanos con ellos. Les da marihuana para que vuelen. Y a Rodolfo le da licor para que tenga la nariz roja toda la navidad. Qué bonito hacer un imperio basándose en enanos subpagados y animales explotados, ¿no?
Sumado a todo eso, San Nicolás también es clasista. ¿Qué pasa si uno no tiene chimenea en su casa? ¿No recibe regalo? ¿Qué falta ahora? ¿Que marquen las viviendas de quienes no tenemos chimeneas cual casa de un judío en la Segunda Guerra Mundial? Yo solo pregunto…
Si la Navidad pretende ser para todos, es hora de que comiencen a cambiar las cosas. El traje rojo de San Nicolás excluye a gran parte de la población. ¿Y quienes gustamos de otros colores? ¿Y la comunidad LGBT? ¿Y dónde quedan los daltónicos? ¿Ellos se pierden de la navidad? ¿Para ellos San Nicolás es verde y los pinos son rojos? ¿Y quienes no tomamos refrescos, qué? ¿Debemos soportar que San Nicolás esté atado a la Coca-Cola? ¿Si yo tomo Pepsi no recibo regalo? ¿Si bebo jugo no puedo celebrar Navidad?
Creo que llegó el momento de probar la capacidad de unir a la raza de humana por un objetivo. La navidad debe ser de todos. Por ello propongo una gran movilización en contra de San Nicolás y sus costumbres machistas, hetero opresoras, patriarcales, sexistas, esclavistas, animalistas, clasistas y racistas. Debemos estar en pie de lucha para lograr el cambio que todos anhelamos.
Quienes no estén de acuerdo conmigo, les adelanto desde ya: puede dejar de seguirme. En mis redes yo escribo lo que me da la gana. Aunque les recuerdo. Estamos en navidad y hay algo que se llama tolerancia. Creo que es hora de practicarla, ¿no?
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