Pacto unitario o morir en el intento

Prensa Juan Guaidó / EFE

Debemos insistir en que para salir de la narcotiranía es fundamental unificar a Venezuela en una agenda que muestre la verdadera alianza de todos los factores democráticos: partidos, lideres políticos, estudiantes, sindicatos, trabajadores y venezolanos de la diáspora, entre otros. Recientemente, el gobierno interino se ha reunido con algunos lideres de la oposición y si es cierto que incluyo a Antonio Ledezma y a María Corina Machado, también lo es que no se ha reunido con uno de los venezolanos más importantes en esta lucha por la democracia como es el expresidente del Consejo de Seguridad  ante la ONU el Dr. Diego Arria, por lo cual es un importante personaje que se hace necesario en estos momentos en que Venezuela tiene el apoyo de alrededor de 60 países y en cualquier momento deberá ser implementado algún tipo de acompañamiento internacional, con fuerzas de paz o de ayuda humanitaria para desalojar a las mafias de narcotraficantes que tienen secuestrado a nuestro país.

Por otra parte, si se está buscando una agenda para desarrollar una “política clara que unifique a todos los sectores democráticos del país” de acuerdo con el comunicado de la Presidencia (E) de Venezuela. Entonces con más razón, se debe aglutinar todas las posiciones sin exclusión de ninguna. Es cierto que la Conferencia Episcopal le da el carácter moral a este compromiso, pero también lo es que todos los sectores democráticos del país deben tener el mismo peso, llámese líderes políticos, partidos, movimiento estudiantil, sindicatos, sector empresarial, gremios, sociedad civil, ONG y venezolanos en la diáspora, entre otros. En otras palabras, en este momento decisivo para conseguir la libertad, todos somos importantes y nadie debe atribuirse el decidir quiénes sí o quiénes no deben participar en esta gesta libertaria, para llegar a un acuerdo que logre el cese de la usurpación, y posteriores elecciones presidenciales, verdaderamente libres.

A la pregunta de cómo unir tantas voces en una sola dirección que nos conduzca a puerto seguro, debemos entender que no podemos olvidar los errores del pasado. Un triste ejemplo fue cuando los venezolanos creímos en aquel nefasto Arias Cárdenas, que supuestamente era disidente del régimen y que nos engañó a todos con los resultados ya conocidos. De allí que es entendible la desconfianza de María Corina Machado cuando se habla de la inclusión de una disidencia chavista, por la triste experiencia antes señalada entre muchas otras en estos largos veinte años. También la corrupción es otro factor a tomar en cuenta, allí está el caso de los alacranes vendidos a la narcodictadura. Y un punto importante es entender la insistencia de Antonio Ledezma cuando dice que el primer paso es el cese de la usurpación. En todo caso no hablamos que desaparezca el PSUV, pero cuando las fuerzas democráticas lleguen al poder, entonces ellos -PSUV- pasarán a la oposición, por supuesto con aquellos que no tengan cuentas pendientes con la justicia.

Así como Estados Unidos continúa apoyando al gobierno (E), todos los factores democráticos lo seguiremos apoyando, pero en la seguridad de que esta nueva convocatoria, incluya de manera real a todos los factores democráticos de la oposición ya mencionados, sin propuestas veladas, ni actores infiltrados. Esta es la gran oportunidad que todos los venezolanos de buena fe le deseamos a este llamado al pacto unitario por el bien de nuestra querida Venezuela. También, la comunidad internacional ha dejado muy en claro no convalidar una nueva farsa electoral que solo beneficiaría a la dictadura, y esa es la posición correcta, así que todos debemos aprovechar al máximo el tiempo que resta de aquí a diciembre, para poder sacar a la narcodictadura, que lleva más de veinte años oprimiendo a nuestro pueblo.

Llegó la hora de demostrar que tenemos sangre libertadora, uniéndonos todos como el bravo pueblo que hemos sido durante toda nuestra historia patria. Por ello es necesario el pacto unitario, ya no hay otra alternativa, si queremos salir de la narcodictadura en Venezuela.