La reina Isabel II ganó una batalla legal para evitar que un exmayordomo del príncipe Carlos registre el nombre «The Royal Butler», El mayordomo real, en español. El exempleado deseaba el nombre para su escuela de formación de etiqueta y protocolo.
Grant Harrold, de 42 años de edad, trabajó para el heredero al trono británico entre 2005 y 2011 y se ha convertido en un referente habitual de la realeza en la televisión británica.
En cuanto los abogados de Buckingham se enteraron de la intención de Harrold de usar la palabra «royal» para su negocio intervinieron de inmediato para impedirlo. La justicia falló a favor de la reina Isabel II. Así que se sentenció al exempleado a pagar 2500 libras (alrededor de 3300 dólares) en concepto de cargos judiciales.
De acuerdo con el Daily Mail, Harrold aseguró frente a la justicia la que casa real le había dado permiso para utilizar el término. Esto ocurrió como parte de un acuerdo de conciliación cuando dejó su trabajo en 2011. Sin embargo, el equipo legal de la reina argumentó que nunca concedió esa autorización.
Cabe recordar que la corona incluso le impidió al príncipe Harry, nieto de Isabel, utilizar ese término. Él lo deseaba para las iniciativas benéficas que lleva adelante con su esposa, Meghan Markle.
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