La «prometedora» vacuna contra el coronavirus, resultado de la alianza de la universidad de Oxford con el laboratorio AstraZeneca, todavía está en fase de pruebas, pero ya comienza a abrirse paso en América Latina.
Los gobiernos de Argentina y México anunciaron este miércoles que participarán en conjunto en su producción y distribución para toda la región, menos en Brasil, que realizó un acuerdo independiente.
Según informó en conferencia de prensa el presidente argentino, Alberto Fernández, AstraZeneca firmó un acuerdo con la Fundación del millonario empresario mexicano Carlos Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas, que estarían disponibles para el primer semestre de 2021, teniendo en cuenta los resultados de los estudios de fase III y aprobaciones regulatorias.
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«La producción latinoamericana va a estar a cargo de la Argentina y de México y eso va a permitir acceso oportuno y eficiente para todos los países de la región», indicó.
De acuerdo con el mandatario, la futura vacuna «se va a distribuir equitativamente entre los países a solicitud de los gobiernos».
Tras el anuncio de Fernández, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, confirmó la noticia y anunció que su gobierno ofrecería más detalles este jueves.
«Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y de Argentina, Alberto Fernández, han promovido este acuerdo. Agradecemos a AstraZeneca la dedicación e interés de producir vacuna para América Latina y Caribe», escribió en Twitter.
Mañana daremos a conocer con el Secretario de Salud los acuerdos alcanzados para producir en México y Argentina, con apoyo crucial de la Fundación Carlos Slim, entre 150 y 250 millones de dosis de la vacuna desarrollada por Alestra-Zeneca para hacer frente al Covid-19.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 13, 2020
«Muy especialmente es de destacarse la participación de la Fundación Carlos Slim para financiar la producción», agregó.
El mandatario argentino, no obstante, aclaró que el anuncio «es un gran alivio para el futuro, no es una solución para el presente«.
No existe hasta la fecha una vacuna efectiva contra el coronavirus y varias se encuentran en fases de pruebas, necesarias previo a su registro.
Rusia aseguró el martes tener una vacuna «lista», pero el anuncio generó dudas entre la comunidad médica por no conocerse detalles sobre la misma y porque fue registrada sin completarse la última fase de pruebas.
¿Qué se sabe del acuerdo?
Según informó Fernández, en Argentina, AstraZeneca eligió al laboratorio mAbxience, que será el productor de la sustancia activa de la vacuna.
«Es un reconocimiento a la calidad de los laboratorios argentinos», dijo.
México, explicó, será el encargado de envasar la vacuna y completar el proceso de producción.
AstraZeneca, la segunda mayor farmacéutica de Gran Bretaña, lleva mucho tiempo de operaciones en Argentina y este miércoles, previo al anuncio, Fernández se reunió con sus representantes en Buenos Aires y con los de la biotecnológica mAbxience.
El presidente argentino agregó que el acuerdo con la Fundación Slim «permite acceder a precios más razonables», y estimó que la vacuna costará entre US$3 y US$4 la dosis.
«Eso es muy significativo para América Latina porque permite a todos nuestros países acceder a ella».
¿Qué se sabe de la vacuna de Oxford?
Actualmente, hay alrededor de 200 grupos trabajando en todo el mundo en busca de una vacuna, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) le está siguiendo la pista a unas 140.
De ese total, 18 ya están siendo probadas en seres humanos en ensayos clínicos.
Y de las 18, hay 3 que están más avanzadas: la vacuna experimental Sinovac Biotech (China), la desarrollada por la compañía Moderna (Estados Unidos) y la llamada ChAdOx1 nCoV-19 de la Universidad de Oxford y AstraZeneca.
La Universidad de Oxford anunció el mes pasado que la que está desarrollando demostró ser segura, y que genera anticuerpos y células T para combatir al coronavirus.
El resultado de los ensayos -en cerca de 1.000 personas- fue calificado de «muy prometedor», pero aún queda por demostrar su eficacia contra el virus en la siguiente fase del ensayo.
La vacuna fue creada a partir de un virus genéticamente modificado que causa resfriado común en chimpancés.
Este a su vez fue modificado genéticamente para que no cause infecciones en los humanos y para hacerlo más semejante al coronavirus.
El estudio mostró que el 90% de las personas desarrollaron anticuerpos neutralizantes después de una dosis.
No se registraron reacciones peligrosas a la vacuna, aunque el 70% desarrolló fiebre o dolor de cabeza, síntomas que según los investigadores pueden tratarse con paracetamol.
En la siguiente etapa, el ensayo se ampliará a más de 10.000 personas en Reino Unido. También participarán 30.000 personas en EE.UU., 2.000 en Sudáfrica y 5.000 en Brasil, donde la cifra de contagios es más elevada.
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