A una semana de entrar en juego ya en la esperada final a ocho de la Champions en Lisboa, la ambición es indudable en el discurso del Atlético de Madrid, cuyos jugadores van a dar la «vida para conquistar el título», expresó este jueves 6 agosto el delantero Diego Costa, que ya sintió la crueldad de la derrota en 2014 y que advierte insistentemente en el potencial del Leipzig y en la complejidad enorme de ganar el torneo de los torneos.
«Tenemos la mejor afición del mundo. Con ellos sería mucho más fácil. Es diferente cuando tienes a ellos detrás y es un punto negativo no poder tenerlos a nuestro lado. Vamos a dar nuestra vida para conquistar el título. Ojalá que nos toque este año y podamos dar esa alegría a la gente, porque, más que nosotros, se lo merecen ellos. Sería muy feliz de poder ganarla por la gente, porque durante mucho tiempo es un sueño que ellos vienen teniendo. Nosotros también lo tenemos, pero ellos lo merecen más que nosotros», recalcó el futbolista, titular contra el Leipzig, en una entrevista a los medios oficiales del club.
«Nosotros no podemos quitar la ilusión de la gente, de los aficionados, de todo lo que vienen sintiendo desde hace tiempo, de la final que tuvimos, que no pudimos darle el título. La gente tiene ilusión, pero también tiene que saber que tenemos un rival muy difícil. Y si pasamos nos va a tocar otro equipo muy difícil el París Saint Germain o Atalanta y si llegamos a la final nos tocará otro equipo muy, muy difícil», alertó.
«Hay que saber que no es fácil. Nunca lo ha sido. Ni ahora mismo ni nunca. Hay que tener ilusión, energía positiva y las ganas de que las cosas pasen, pero hay que tener los pies en el suelo. No es nada fácil», añadió.
El equipo rojiblanco mantiene el «mantra» del partido a partido -irrenunciable desde que aterrizó el argentino Diego Simeone a finales de 2011-, pero esta vez va más allá, porque abiertamente, desde la imponente vuelta del parón del covid-19 que demostró el bloque madrileño, surge la voracidad de un grupo que descubre sin matices, al menos la plantilla, la única aspiración válida en el formato a único encuentro de la competencia: ser campeón.
Todo contenido, en cualquier caso, en la prudencia que genera un torneo tan grande como la Liga de Campeones, del que el Atlético ha sido subcampeón en dos de los últimos seis años y en el que este curso fue capaz de doblegar al último dueño del título, el Liverpool, al que venció en la ida y en la vuelta: 1-0 en el Wanda Metropolitano y 2-3 en Anfield, en la prórroga, después de una exhibición de Jan Oblak y de una irrupción certera e incontestable de Marcos Llorente.
«Fue un partido para entrar en la historia de lo más lindo que se ha vivido aquí durante mucho tiempo. Sabemos que ya pasó, que la gente ha creado muchas expectativas con nosotros e intentaremos corresponder a la gente y salir enchufados para hacer algo lindo. Ojalá que nos toque un partido bueno y que la suerte también nos acompañe», avisó Diego Costa, que entiende que el novedoso formato a único partido fomenta la igualdad y anula el margen de error, porque ya no hay encuentro de vuelta del que reponerse a un «mal» primer choque.
«Es muy complicado. El equipo ha estado muy bien cuando volvió del parón, ha respondido como la gente espera de nosotros, que es competir, ganar partidos y estar ahí arriba entre los mejores. Sabemos que estamos en una dinámica muy buena, pero hay que saber que la Champions es otro campeonato. Es otro mundo. Estamos motivados, las ganas que tenemos nadie nos las va a quitar y ojalá tengamos la suerte que hemos tenido en la vuelta del parón de las competencias por el covid-19», continuó.
El Atlético jugó 11 partidos de Liga desde la reanudación del torneo. Ganó siete, empató cuatro y no ha perdido ninguno. Realmente, el problema del equipo en esta campaña, sobre todo en la irregularidad indudable del primer semestre, fueron las igualadas. No las derrotas. De sus 49 encuentros oficiales sólo cayó en siete, pero terminó con equilibrio en el marcador en 18, por las 24 victorias que ha logrado entre todos los frentes. Y también la falta de gol del inicio de curso, recompuesta en este tramo con 20 goles a favor.
Enfrente estará el Leipzig, tercero de la Bundeliga y con un potente estilo ofensivo. «Ellos tienen un equipazo. Juegan muy bien. Muchas veces he visto los partidos de la Liga alemana, porque me gusta. Es un equipo que juega muy bien la pelota y sabe lo que hace. Ha llegado a cuartos y no tiene ni la presión ni la responsabilidad, aunque está claro que los sueños y la ilusión no se quitan por más que un club tenga objetivos diferentes, aunque la pelea por algo muy grande no sea lo suyo. Todos los jugadores tenemos las ganas de estar siempre en lo más alto. Tenemos que estar muy concentrados para poder sacarlo adelante», analizó.
El impulso del parón
Diego Costa será titular en el partido de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el conjunto alemán. Figuró como el delantero de referencia en las dos configuraciones que ha probado hasta ahora Diego Simeone, de la que sólo difieren dos posiciones: el lateral derecho, entre el colombiano Santiago Arias y el inglés Kieran Trippier, y un puesto en el centro del campo, entre el mexicano Héctor Herrera y el argentino Ángel Correa.
Las otras nueve plazas se han repetido en los ensayos del probable once inicial hasta ahora del técnico: el portero Jan Oblak; los centrales Stefan Savic y José María Giménez; el lateral izquierdo Renan Lodi; los centrocampistas Koke Resurrección y Saúl Ñíguez; el extremo Yannick Carrasco; y el hoy ya indudable delantero Marcos Llorente, aparte del propio Costa, tras un periodo marcado por las lesiones y los contratiempos.
En esta campaña, la operación de una hernia discal cervical le mantuvo 16 partidos de baja. El curso anterior, la intervención quirúrgica en el quinto metatarsiano de un pie le dejó fuera durante trece choques. «Las lesiones no me están amargando, porque tengo la felicidad de estar en un gran club. Me quedo con lo bueno, la vuelta, cómo fue volver en el partido con el Liverpool, entrar 10 minutos y que el estadio me reciba de la manera que lo hizo. Es una de las cosas más lindas que he vivido en este club. Me quedo con eso. Hay cosas malas que sirven para lo bueno. Un recibimiento como ése ha sido único», rememoró.
Diego Costa se relanzó tras el parón. Ha jugado 10 choques, 6 de titular, con 3 goles. En todo el tramo anterior de 19 encuentros había anotado nada más dos tantos. «Cuando estuvimos parados por el virus aproveché para coger tono, para mejorar, para estar mejor físicamente y no dejar el tiempo pasar. Dentro de las dificultades tienes que aprovechar y sacar las cosas buenas. Me preparé para volver, poder jugar partidos y no sufrir lesiones, porque había muchos partidos seguidos uno detrás de otro. Quería volver bien y que pudiera tener una secuencia para poder coger tono físicamente, que era lo que venía buscando un tiempo desde que he vuelto». También busca la Liga de Campeones.
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