La pandemia ha provocado que los divorcios se disparen, según algunos estudios. Creo importante recordar qué es un divorcio, qué puede ocasionarlo y qué puede evitarlo.
Existen dos tipos de divorcios: el legal y el emocional. El divorcio legal es rápido, simplemente usted firma un documento. Esto es mucho más complicado de lo que se piensa, ya que un divorcio tiene implicaciones muy serias desde el punto de vista emocional, de los hijos, del dinero y de los grandes cambios que genera en todos los involucrados. Lo que pasa es que el divorcio legal está sumamente determinado por el divorcio emocional.
El emocional ocurre cuando la pareja va debilitando el vínculo que los une, la comunicación es mala o inexistente, hay mucha rabia y cosas que no se han dicho y se disparan las peleas, baja la actividad sexual, al igual que la ternura y el afecto. Estas personas no se divorcian legalmente, pero han estado mucho tiempo divorciados emocionalmente. ¿Por qué? No hay cosa más difícil que un divorcio, sobre todo para el hombre, que casi siempre es quien se va de la casa y pierde el contacto diario con los hijos, ocasionando mucho dolor y vacío emocional.
La mujer es más fuerte en los asuntos emocionales, pero esto le mueve el piso. La mayoría de las veces, dicen los estudios, el hombre, después de divorciarse, lentamente se va alejando de sus hijos y dejándolos en manos de la madre.
El divorcio emocional toma tiempo, pero es un secreto a voces. Simplemente, la pareja se soporta por el miedo al divorcio, a enfrentar el asunto económico, cada vez más complicado por la pandemia. Esto se dimensiona enormemente. Enfrentar la pandemia no ha sido fácil para nadie y esta situación saca lo peor de cada persona. Casi todos, lo digamos o no, estamos muy deprimidos, llenos de miedo al futuro y con serios problemas económicos.
Si su matrimonio es fuerte, la pandemia puede contribuir a mejorarlo. Si hay una buena comunicación, sentirá necesidad de apoyar a su pareja que está deprimida, y la entenderá cuando explota lleno de rabia y frustración. Esto no sucederá si usted hace mucho que estaba divorciado emocionalmente de su pareja. Hasta para un matrimonio fuerte y basado en la comunicación, la madurez y el amor, esto es difícil.
Si existía desde hace tiempo un divorcio emocional, la pandemia destruirá el matrimonio. Las razones para quedarse en un matrimonio —y que lo hacen funcionar— son las mismas que se necesitan para tener un buen divorcio.
Por ende, si tiene un buen matrimonio, difícilmente se va a divorciar. Y si es malo, no tiene las herramientas para mantenerlo en medio de este huracán. Si la pandemia se llevó su matrimonio es porque usted ya tenía un divorcio emocional que no había enfrentado. Que «la fuerza» lo acompañe.
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