“Prendan la luz que es diciembre”, es el mensaje que transmite el gobierno por radio y televisión en estas navidades. No es tarea fácil encenderla, pues a diario se registran fallas eléctricas en el país. Las cifras del Comité de Afectados por Apagones lo reflejan: hasta noviembre contaron 41.361 interrupciones, mientras que el año pasado fueron 18.221.
El estado más afectado hasta el mes pasado fue Zulia, donde se reportaron 18.550 fallas. Solo en noviembre hubo 4.122 interrupciones del servicio eléctrico, cifra que superó a la del resto de las entidades en lo que va de año.
Le siguen Mérida, donde se reseñaron 2.177 fallas, Miranda con 2.129 y Táchira con 2.125. Los estados que menos sufrieron apagones fueron Anzoátegui con 472 y Cojedes con 454.
En diciembre las interrupciones del servicio no han cesado y los usuarios lo confirman. Ayer reportaron por Twitter fallas en Los Valles del Tuy, en Las Adjuntas y en Paraparal, en Anzoátegui.
El apagón nacional más reciente ocurrió el viernes pasado. Caracas y al menos 10 estados, entre ellos Miranda, Carabobo, Aragua, Nueva Esparta, Táchira, Carabobo, Vargas, Lara, Falcón y Zulia, fueron afectados luego de un incendio en la subestaciónLa Horqueta, de acuerdo con Corpoelec.
“Me siento frustrada y con impotencia. No puede ser que todo lo que pase en Zulia sea el resultado de un sabotaje. Si realmente es así, por qué no hay detenidos. ¿Además, va a poder más un grupito de personas que toda la Guardia NacionalBolivariana que custodia las instalaciones? Todo esto sucede por falta de inversión y porque no hay una planificación para solucionar el problema que presenta el sistema eléctrico”, dijo Elisa Torres, habitante de Maracaibo.
Ángel Navas, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos, aseguró que la causa del incendio en La Horqueta fue la explosión de un transformador que estaba obsoleto. “Hay equipos que ya perdieron su vida útil y todavía están en el sistema con una muy baja confiabilidad por el poco mantenimiento”, aseguró.
La crítica situación del servicio tiene una sola razón: el descuido y abandono al sector eléctrico. Además, en muchas subestaciones no hay operadores suficientes porque casi la mitad de la nómina de la industria se ha ido por los bajos salarios y por la negativa de Corpoelec de discutir el contrato colectivo con los trabajadores. Antes eran 38.000 empleados y ahora quedan menos de 18.000, indicó.
Añadió que por la diáspora y la recesión económica, el consumo nacional ha ido cayendo y ahora se ubica en 13.000 megavatios diarios. Esa demanda se cubre con la generación hidroeléctrica del embalse de Guri, pues la mayoría de las plantas termoeléctricas están prácticamente paralizadas. Ramón Laguna y Termozulia, entre otras, operan a menos de 20% de su capacidad instalada.
“No se hicieron los mantenimientos programados a las plantas, lo que ha provocado el deterioro del parque termoeléctrico”, afirmó Navas.
El diputado Jorge Millán, miembro de la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional, señaló que desde 2016 han denunciado la situación del sistema eléctrico nacional y que la causa no era el fenómeno climático El Niño, como decía el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, sino la corrupción y la falta de mantenimiento e inversión.
“La causa principal de la destrucción de los servicios públicos es la corrupción y la instauración de modelos que buscan el enriquecimiento de los que dirigen estas empresas y del gobierno en detrimento de servicios de calidad para los ciudadanos”, expresó.
Millán alertó que como ninguno de los problemas se ha corregido, el proceso “de deterioro y declive va a mantenerse, y seguramente en 2019 se duplique el número de fallas eléctricas que hubo este año”.
La más reciente investigación de Transparencia Venezuela muestra que las tres empresas propiedad del Estado del sector eléctrico tienen denuncias de irregularidades de funcionamiento, falta de insumos, conflictos laborales o de corrupción. “En el país se ha venido formando un sistema de rasgos cleptocráticos y las empresas estatales no escapan de esto. Se trata de un modelo de gobierno enfocado en el enriquecimiento de los propios directivos que ejercen el monopolio de las decisiones, los recursos y el poder”, dice la ONG.
La falta de previsión de suministro de insumos, inadecuación del tipo de equipamiento para el uso dado, ausencia de previsión de entrenamiento del personal para el mantenimiento y operación, incorrecta ubicación de los equipos en el sistema eléctrico nacional, incumplimiento de contratos, deficientes inspecciones y fallas de construcción, falta de planificación presupuestaria, además de la creación de Corpoelec como única empresa prestadora de servicio eléctrico y “una corrupta gestión de sus autoridades”, son las causas de la destrucción en la que se encuentran el aparato productivo y la sociedad venezolana, agrega Transparencia.
La cifra
13.000 megavatios por día es el consumo nacional de energía sostenida por la generación hidroeléctrica, pues la mayoría de las plantas termoeléctricas están casi paralizadas.
“No puede ser que todo lo que pase en Zulia sea resultado de un sabotaje. Lo que está sucediendo es por falta de inversión y porque no hay una planificación para solucionar el problema que presenta el sistema eléctrico”
Elisa Torres,
habitante de Maracaibo
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