David Smolansky, comisionado de la Organización de Estados Americanos para la crisis de los migrantes venezolanos, reveló el miércoles 29 de julio que 4.000 venezolanos han sido víctimas de la trata de personas en Trinidad.
«Tenemos todo el drama que se da hacia el mar Caribe, sobre todo entre el estado Sucre y Trinidad y Tobago. Se calcula que al menos 4.000 venezolanos han sido traficados a través de Trinidad, muchos de ellos desesperados por salir de la crisis. Se trata de grupos criminales que los terminan llevando a ese país y luego los llevan a otra isla del Caribe o son vendidos a otro continente como Asia«, indicó durante el foro Trata de personas, el secreto a voces ignorado por el Estado, realizado por el diario TalCual.
Smolansky informó que el más reciente estudio de Stop Human Trafficking determinó que desde 2018, unas 337 venezolanas migrantes menores de 27 años de edad, han sido traficadas a Guyana.
Resaltó que es muy importante hacer visibles estos delitos, pues al igual que la hambruna en Venezuela, la trata de personas también se ha incrementado en los últimos años.
Destacó que debe haber cooperación de los países vecinos de Venezuela para detener el tráfico de ciudadanos.
En su opinión, de parte de Trinidad y Tobago no ha habido cooperación sino que por el contrario se ha convertido en un santuario para la actividad ilícita.
La trata aumenta con la crisis
Beatríz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz, alertó que la trata de personas se ha incrementado con la crisis del país, la cual ha provocado la salida de más de 5 millones de personas de Venezuela.
Recordó que para el año 2008 se llegó a denunciar 170.000 casos de trata, lo que convirtió a Venezuela en una de las naciones con mayor prevalencia de estos delitos junto a países como Haití o República Dominicana.
Borges detalló que 72% de la víctimas son mujeres y niñas, por lo que consideró necesario entender e identificar las poblaciones de riesgo.
«Es importante destacar que en estos términos hay diferentes factores que exacerban estos delitos. Tienes la práctica mundial de estos delitos y la emergencia humanitaria compleja que ha generado la movilidad humana. Hay un cóctel de terror para que la trata ocurra», manifestó.
Precisó que 372 mujeres fueron rescatadas en 2018 y 480 en 2019 en países de tránsito y destino.
Robert Alcalá, diputado a la Asamblea Nacional, señaló que el tema de la trata de personas se destapó con la desaparición del bote Jhonaily José el 23 de abril de 2019.
Esta embarcación que partió de Güiria en el estado Sucre, hacia Trinidad y Tobago, junto a la mayoría de sus tripulantes.
Alcalá detalló que las bandas dedicadas a estos delitos van a sectores vulnerables y acuden a personas de bajos recursos o muchachas muy jóvenes, les ofrecen mejoras en la calidad de vida y cuando las trasladan a otra partes del país es que esas jóvenes se dan cuenta de que son víctimas de mafias.
Denunció que pese a los intentos del Parlamento de establecer coordinación con el gobierno de Trinidad y Tobago esto no se ha logrado.
«Desde el Parlamento hemos tratado de hacer lo humanamente posible por tener la colaboración de Trinidad, pero la piedra de tranca es que la fiscalía, el fiscal nacional, y en Sucre se niegan a colaborar. Hubo diputados del PSUV que se sumaron a la comisión investigadora y no hicieron nada. La Cancillería tampoco ha hecho nada», añadió.
Casos impunes
Ana Arias, madre de Luisanny Betancourt, una de las jóvenes que embarcó el bote Jhonaily José, relató que en la Comisión Nacional Antiextorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas nunca la tomaron en serio cuando realizó la denuncia de la desaparición de su hija.
Destacó que incluso facilitó a las autoridades de la entidad el número telefónico por el que su hija le dijo que la tenían secuestrada y que le estaban pidiendo dinero para poder liberarla, sin embargo, los funcionarios nunca hicieron nada.
Aseguró que luego de un año y tres meses no ha habido respuestas.
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