La dificultad para poder conseguir los ingredientes necesarios para preparar un plato de comida nutritiva es cada vez mayor. Subsistir en el país, que actualmente experimenta una marcada crisis económica, se ha convertido en un reto para los venezolanos, especialmente para aquellos que viven en el interior.
Algunos habitantes se han visto en la necesidad de sembrar rubros para destinarlos al consumo personal. Ejemplo de ello es un comerciante de Boconó, estado Trujillo, quien cultiva maíz, cebollín, cilantro y challotas en la parcela de su hogar, reseñó ABC de España.
La familia de un niño de 11 años de la localidad no escapa de la misma realidad, por lo que cultivan cebollín, ajos y zanahoria en el frente de su hogar.
Las cajas de los Comité Local de Administración y Producción (CLAP) llegan cada vez con menos productos a la entidad. El pernil nunca arribó a los hogares de Trujillo, mientras que otras proteínas como la carne y el pollo tienen meses sin aparecer en la localidad.
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