Katy Perry está viviendo uno de los mejores momentos de su vida: espera a su primera hija con Orlando Bloom, con quien también espera casarse. Sin embargo, su vida ha tenido momentos oscuros, en los que pensó en suicidarse, confesó la artista.
En una época la cantante estuvo luchando contra la depresión, después de que su relación con el que ahora es su prometido terminara en 2017. La ruptura amorosa coincidió con una decepción en su carrera: su disco Witness no tuvo la acogida que esperaba. «Había roto con mi novio, que ahora es el futuro padre de mi bebé. Y estaba emocionada por volar alto en mi siguiente álbum. Pero no volé alto, me estrellé», dijo Perry en el programa SiriusXM de CBC.
Agrega: «Mi esperanza es que algo más grande que yo me creo con un propósito y que no soy desechable. La gratitud es probablemente lo que me salvó la vida, porque si no me habría revolcado en mi propia tristeza y probablemente habría saltado. Pero encontré las formas de estar agradecida. Si las cosas se ponen muy duras, digo: ‘¡Estoy agradecida, estoy agradecida».
Un año después, en 2018, Katy Perry y Orlando Bloom retomaron su relación, y en San Valentín del siguiente año el actor le pidió matrimonio, aunque por el momento no han podido celebrar la boda por la pandemia. «Ambos estaban eufóricos de que todos los detalles de la boda finalmente se unieran, pero están en pausa debido al coronavirus», explicó una fuente cercana a la pareja a la revista People.
Bloom estuvo casado con Miranda Kerr. Fruto de su matrimonio nació Flynn. Por su parte, Katy Perry también contrajo nupcias en 2010, y por 14 meses, con el cómico británico Russell Brand.
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