Apóyanos

Un poema de Jonatan Alzuru Aponte

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Y se llamaba Viernes Santo

Desperté un domingo

Roto,

húmedo.

En casa,

la leña dormía con la lluvia.

Distraído busqué un periódico oxidado,

tal vez buscando la casa de mamá, el colegio,

aquella amiguita que posaba nublada con dos flores amarillas

y yo jugando metras

como si fuese el único destino.

Preparé la tristeza en un café, sin pan andino, sin queso é mano,

sin el rosario el rosario de la hermana Beloqui.

Impávido contemplé dos hormigas,

traspapeladas

zapateaban

de un lado para el otro,

dibujando

perspicazmente el mito

Sísifo, otro trago de café y una página de Camus

Ese día advertí

que no recordaba el salitre

ni las campanas de arena, ni la delgada palmera

¿de qué color es la guacamaya?

Ella me miró

Y juntos nadábamos en el mismo suelo

Tranqué la boca

Sin el chirrido de las compuertas del llanto

Desperté un domingo

y se llamaba viernes santo.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional