Unas 250 personas fueron arrestadas el jueves en la noche en Nueva York, después de que marchas contra el racismo continuaron pasado el toque de queda impuesto en la ciudad y de que la policía intervino con contundencia.
Los agentes comenzaron a rodear a grupos de manifestantes en puntos de la Gran Manzana y a efectuar arrestos, a pesar de que nuevamente las protestas fueron en general pacíficas.
El Departamento de Policía de Nueva York informó que al menos 250 personas fueron detenidas.
Horas antes, las autoridades de la ciudad habían avisado que, aunque respaldan las manifestaciones en respuesta a la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía en Mineápolis (Minesota), no se permitiría que el toque de queda fuera ignorado.
La medida la impusieron después de noches con destrozos y saqueos en las calles de la ciudad, problemas que no se han visto en los últimos días.
Las cargas policiales contra grupos de manifestantes pacíficos desencadenaron fuertes críticas, sobre todo tras las escenas que se vieron el miércoles en el distrito de Brooklyn, donde los agentes utilizaron porras y gases lacrimógenos.
Este viernes, en un editorial, el diario The New York Times acusó a la Policía de la ciudad de estar fuera de control y consideró que el alcalde, Bill de Blasio, es responsable de la incapacidad de los agentes para proteger la seguridad de sus residentes.
El progresista De Blasio, que llegó al cargo prometiendo reformas policiales, se encontró desde el primer momento con fuerte resistencia dentro del cuerpo y en los últimos días buscó un difícil equilibrio entre la defensa de la actuación de los agentes y su creencia de que son necesarios cambios para acabar con la brutalidad y el racismo institucional.
El jueves, el alcalde fue recibido con abucheos cuando intervino en un acto en recuerdo de George Floyd, en el que participó su hermano Terrence y que congregó en Brooklyn a miles de personas, que luego marcharon pacíficamente hacia Manhattan.
También recibió críticas el gobernador estatal, Andrew Cuomo, que el jueves aseguró no haber visto ningún tipo de exceso policial, a pesar de numerosas imágenes de los últimos días que muestran a agentes excediéndose.
En la última noche, por ejemplo, en un video que circuló a través de las redes sociales se veía la detención de un repartidor de comida, supuestamente por violar el toque de queda, a pesar de que estos servicios están exentos.
A través de Twitter, De Blasio subrayó que el episodio fue inaceptable y arremetió también contra las detenciones de periodistas que cubren las protestas, tras varios casos en los últimos días.
«También son trabajadores esenciales. Vamos a proteger sus derechos», señaló el alcalde, que prometió medidas en la Policía para que eso no vuelva a ocurrir.
También tuvo mucho eco en las redes sociales un video grabado en Buffalo, ciudad en el oeste del estado de Nueva York, en el que puede verse cómo dos agentes antidisturbios empujan a un anciano que se acerca a hablar con ellos y que cae de espaldas y se golpea la cabeza contra el suelo.
El hombre, que quedó inmóvil y sangrando por los oídos, fue ingresado en un hospital y está en condición seria, pero estable, según las autoridades, que anunciaron que se suspendió sin sueldo a los dos policías mientras se investiga el incidente.
En un primer momento, la policía informó que un hombre había resultado herido tras tropezarse y caer, algo que contradicen claramente las imágenes.
«Este incidente es totalmente injustificable y lamentable», dijo a través de las redes sociales el gobernador del estado.
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