Mientras la vida de los norteamericanos se puso en pausa durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus, las partidas de videojuegos aumentaron e impulsaron un récord en este sector en abril, con unos 1.500 millones de dólares de desembolsos por los clientes.
Según el analista Mat Piscatella, de la firma especializada NPD, la cifra de 1.470 millones de dólares publicada este viernes supone un aumento de 73% en relación con los gastos de los usuarios en abril de 2019.
Este año los gastos representaron 420 millones en materiales informáticos, 662 millones en los propios videojuegos y 384 millones en accesorios.
El juego más vendido fue Final Fantasy VII: Remake. En tanto, Call of Duty: Modern Warfare, que se editó el año pasado, fue el segundo más comprado. De tercero se ubicó Animal Crossing: New Horizons.
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