La ONG Una Ventana a la Libertad presentó este miércoles un informe actualizado sobre la situación de los derechos humanos en los centros de reclusión del Sebin y la Dgcim en la capital. Advierten que las torturas a los detenidos, tratos crueles, degradantes e inhumanos siguen siendo recurrentes en esas instalaciones.
La investigación pudo constatar que desde 2017, cuando la ONG presentó un primer informe, el trato hacia los presos en estos centros de reclusión ha tenido ciertos cambios. En la sede del Sebin, mejor conocida como El Helicoide, hubo una disminución evidente del hacinamiento, pero en la central de la Dgcim la población de reclusos ha ido en aumento.
En ambos centros la regularidad en el suministro de alimentos se ha incrementado, aunque no es un indicio de la calidad de la alimentación. Aún se registra que no existe capacidad de adaptar las raciones a las personas con requerimientos especiales por razones de salud.
El problema en el servicio de agua persiste en ambas instituciones. Esto se traduce en el deterioro de las condiciones de salubridad en las celdas.
Fuentes consultadas para elaborar el informe revelaron que en el Sebin se ha permitido que la propia población adquiera el servicio de agua mediante pagos a proveedores privados.
La Dgcim Fuerte Tiuna y Sebin Plaza Venezuela son los llamados centros de máxima seguridad. Aunque los detenidos disponen de un mayor espacio en sus celdas, predominan condiciones de severo aislamiento.
El informe señala que en el Sebin Plaza Venezuela cesó la “tortura blanca”, que era aplicada mediante la exposición prolongada a luz artificial y a bajas temperaturas, sin posibilidades de comunicación con el exterior. Aunque el sector la Tumba continúa siendo utilizado, pero sin las características que suscitaron denuncias ante foros internacionales de protección de los derechos humanos.
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En ambos centros se detectaron irregularidades, desde listas de exclusión de abogados hasta la imposición de sanciones o castigos, como puede ser la privación de visitas o el aislamiento por lapsos que son decididos sobre la marcha.
Continuaron los señalamientos sobre torturas, tratos crueles, degradantes e inhumanos en la Dgcim Boleíta. “Los agentes continúan manejándose como si fuesen parte de un suprapoder, capaces de inducir las decisiones de jueces y fiscales, tanto civiles como militares”, destaca el informe.
Una Ventana para Libertad destacó que la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana ha estado realizando en los últimos meses acciones que anteriormente llevaban a cabo agentes del Sebin.
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