Los Tigres de Aragua y los Navegantes del Magallanes pudieron introducir antes de desatarse la pandemia del covid-19 en Estados Unidos los recaudos con los que esperan conseguir de la OFAC el levantamiento del veto que la MLB mantiene sobre ellos, a fin de recibir una respuesta que les permita saber qué otros pasos deben seguir para igualarse con los otros clubes de la LVBP.
El gobierno del presidente Donald Trump avaló en diciembre a las Águilas del Zulia, Bravos de Margarita, Cardenales de Lara, Caribes de Anzoátegui, Leones de Caracas y Tiburones de La Guaira. Reconoció que son empresas privadas, creadas hace décadas, dedicadas al beisbol profesional, sin vínculos con el sector oficial venezolano.
La única condición del departamento de Tesoro fue que los equipos del beisbol venezolano se abstuvieran de recibir financiamiento de entes gubernamentales. Eso, por más que entre 1946 y 1998 hubiera participación de gobernaciones, alcaldías y firmas estatales en las escuadras de la pelota nativa.
“Ya entregamos toda la documentación necesaria, solicitada por los abogados”, explicó Giuseppe Palmisano, presidente interino de la liga local. “El viaje a Washington estaba previsto para justo el momento en que ocurrió la expansión de la pandemia en Estados Unidos”.
El fallo favorable de la Oficina de Control de Activos Extranjeros dejó fuera a bengalíes y turcos debido a sus estatutos. Esas instituciones cuentan con representación de las gobernaciones de sus respectivas entidades, ambos, y la municipalidad de Valencia, los bucaneros.
Esperarán la respuesta de la OFAC
Palmisano indicó que las dos novenas harán cambios en caso de ser necesario, solamente.
“Es un trámite que se solicitará (a las dos novenas) una vez que desde Washington nos indiquen que es ciento por ciento necesario”, razonó el ejecutivo. “Los argumentos que entregamos demuestran que ambas son fundaciones privadas, con muchos años de historia”.
Palmisano señaló que “siempre habrá dependencia respecto a las sedes, como sucede con otros equipos. Pero son entes privados quienes toman las decisiones de la operación de las divisas”.
La OFAC dejó en diciembre las puertas abiertas para que rayados y filibusteros replicaran la decisión de dejarles por fuera de la autorización que recibieron tanto la LVBP, como institución, como los otros seis elencos.
El veto de la MLB impide que peloteros y personal en general con contratos en el beisbol organizado puedan ser parte del circuito nativo.
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