La terrible relación entre el gobierno de Jair Bolsonaro y el régimen de Nicolás Maduro ya está comenzando a afectar los planes para la repatriación de brasileños que se encuentran en Venezuela y no pueden regresar a sus hogares, debido a las medidas adoptadas para combatir el pandemia del coronavirus en el país.
El miércoles en la noche surgió información de que Maduro habría rechazado el aterrizaje de un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) en Caracas. La misión de la aeronave era llevar a Brasil a un grupo de empleados de Itamaraty que aún permanecía en territorio venezolano después del cierre de la embajada y consulados brasileños.
Existía la posibilidad de que al menos parte de los viajeros y turistas brasileños se subieran a un avión FAB y fueran repatriados. Otro frente con el que ha estado trabajando el Ministerio de Relaciones Exteriores es aceptar la oferta de un vuelo patrocinado por el gobierno de Uruguay, que el sábado recogerá a sus ciudadanos que pidieron regresar a su país. Sin embargo, la información es que el avión estaría prácticamente lleno.
Un funcionario del gobierno que sigue directamente el tema indica que las negociaciones entre Brasilia y Caracas continúan. El objetivo es evitar la cancelación de la misión FAB y, con eso, permitir la repatriación de esos brasileños, que han estado experimentando dificultades financieras en Venezuela.
Hace poco más de un año, Brasil, junto con Estados Unidos y otros 50 países, anunció que reconocía a Juan Guaidó como presidente interino. El mensaje fue que para Bolsonaro el mandato de Nicolás Maduro es ilegítimo. Desde entonces, los contactos entre representantes de los dos países han tenido lugar exclusivamente entre los militares.
Hace aproximadamente dos meses, el gobierno de Brasil ordenó a los diplomáticos que representaban a Maduro en Brasilia que abandonaran el país. Quien se quedara sería considerado persona non grata. El Ministerio de Relaciones Exteriores también volvió a llamar a los funcionarios que estaban en Venezuela.
«Salí del interior y vine a Caracas con la esperanza de regresar a Brasil. Ahora, ni siquiera tengo dinero para comer«. Así dijo el ingeniero electrónico Alvin Enrique Director Calles, quien nació en Venezuela, pero tiene nacionalidad brasileña.
Residente en São Paulo, Director Calles estaba en el interior de Venezuela con sus padres. Su vuelo, programado para el 19 de marzo, fue cancelado.
«Fui a una persona en la Embajada de Brasil, que dijo que no podía ayudarme«, agregó.
Existen dificultades en el desplazamiento interno en Venezuela, debido a las restricciones impuestas por el régimen de Maduro lo que dificulta la operación. En el país está vigente un decreto que prohíbe el transporte interestatal de pasajeros.
Los datos obtenidos del grupo de crisis a cargo del tema muestran que hay 41 brasileños en Venezuela, la mayoría de ellos residentes que desean aprovechar la oportunidad de regresar a Brasil. No obstante, la prioridad para el regreso será para viajeros o turistas. Lo más probable es que aquellos que viven en Venezuela solo sean atendidos en un segundo momento.
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