Por MARÍA CLARA SALAS
Presentamos hoy, en el quinto año de producción de Dcir Ediciones, el libro de Blanca Elena Pantin, Estructura/Venado en fuga. En la Coda del libro, BEP explica que Venado en fuga-poemas, anotaciones, fragmentos- acompañó la escritura de Estructura hasta que finalmente reunió los dos títulos en un solo libro al que incorpora una tercera sección: Lugar de exilio, espacio o coto de fotografías de venados realizadas por la autora. Hay un amplio margen para las interpretaciones en esta nueva entrega de BEP, escritora de amplia trayectoria y comunicadora social.
En Estructura, la poeta se asume como testigo, levanta su voz ante una situación opresiva, se trata de la descripción de la asfixia que producen los aparatos represivos de cualquier signo. Hay un malestar que debe ser expresado, no callado, en esta parte del libro encontramos poemas con aliteraciones, pronombres demostrativos y reiteraciones que dan cuenta del cerco:
Historia oficial:
“eso no es eso:
es Esto”
Del malestar se hace cargo la razón no prepotente, la que no se basa en el poder. Hay una lúcida percepción de lo que no debe ser aceptado y el poema siguiente se pronuncia con ironía:
LOCACIÓN PERFECTA
No les faltará color, oh, sí, el color
tampoco las deidades, los altares
los cuarteles
oh, sí
ni los murales
la estridencia
¿o no son estridentes
los festivales
las fiestas
en nombre de
oh, sí
la poesía?
El poema nos hace pensar que la política no puede dirigir la cultura. Es al revés, es la cultura la que puede inspirar a la política.
Venado en fuga es el salto a la creatividad necesariamente fundada en libertades, en esta sección del libro se abren los caminos de lo natural: vida y muerte, plenitud de los afectos, evocación de las epifanías de la infancia. Venado en fuga es la respuesta a las intolerables pretensiones del pensamiento único, es en la voz poética donde se encuentran y renuevan las fuerzas. Aparatos y estructuras ceden cuando las metáforas e imágenes se multiplican y echan por tierra la falta de argumentos. El azar de la imagen de un venado en fuga es suficiente para desatar las consideraciones que importan:
Un extraño titular
casi de crónica roja
en la prensa leído
“Venado en fuga” (*)
¿A qué bosque huido?
atento al más mínimo respiro
a la pólvora en el aire
tu salto en el descampado es el mío
(*) De un titular de O Globo
El verso ¿A qué bosque huido? expresa el sufrimiento de las criaturas del bosque, siempre amenazadas y también perseguidas por el hombre. Hay muchos recursos cinéticos en este libro, dominio de lenguajes, traducción de lo fotográfico a lo literario: brevedad, concisión y oportunas preguntas que dejan claro que la falta de libertad no es solo consecuencia de un determinado mal social.
El tema del salto y de la huida lo volvemos a encontrar en el poema PEQUEÑOS HÁBITOS (tomo un fragmento):
…el mundo en disolución
mientras salta sin anuncio el anuncio
de un último modelo,
todo al lado, digo, las noticias de las guerras,
al lado de las otras, los triunfos
sobre el césped de un tenista-
¿huir dónde?
Ahora la pregunta sobre la imposibilidad o posibilidad de la huida se la hace a sí misma la poeta. No es necesario sostener un hilo metafísico cuando hay tanta entrega, vitalidad, pasión creativa. El don de la poesía se propaga en Lugar de exilio, última sección del libro, espacio en el que la autora nos sorprende con una serie de fotografías de venados: hermosas, gráciles figuras para la contemplación de la belleza. Lugar de paz en el que Blanca Elena Pantin se retira y se encuentra.
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