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Poemas de Hernán Zamora

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Angustia órfica

Dibuja soledad en una casa

paisajes detrás de sus párpados

Atrapa de universos las vocales

consonantes en fotografías redondas

Aparecen nítidas las voces

lineales prendidas deseosas

 

Presiente nubes de luz ansiada

por instantes tacha raya borra

Escribe limpio en la memoria

pero nada pasa y pasa alada

Deja tras de sí un crujir de ramas

el poema verde que huyendo le abandona

Llévase en su cola de palabras largas

el río el jazz y el perdón de la rocola

Orfeo se duerme y duerme en Angostura

cuando crecen el olvido la furia y la congoja


Hamartia (error trágico)

En la boca de la caverna

deseaba proteger sus ojos

 

Volteó por instinto

Pulverulenta albura

cayó en sus retinas

 

Eurídice retornó

a la oscuridad dentro de sí

a la oscuridad dentro de él

 

Entregado al silencio

desencanta

 

En el séptimo acorde

desatará las furias


Pedazos

Cada quien se deshace

al paso que marca

cruzar su calle

 

Algunos se dan cuenta

Solo unos pocos se detienen

se devuelven

a recoger lo caído

 

Saben que sin ello

no podrían continuar

 

Al erguirse de nuevo

otra será la calle

otro

el principio

 

Otro

el caminante


Tempestad

Para escuchar

la cerrera lluvia de madrugada

hay que estar

abrazados

escucharla

abrazados

escuchando

abrazados

sin llorar

 

Aferrados a un candil

precario

solitario

en medio de una sala

sin espejos descubiertos

donde todas las cosas

han sido veladas

por la ceniza de días

y donde las únicas palabras

audibles

las pronuncia la lluvia

en su furia desatada

 

Abrazados

escuchamos

el deslave del mundo

en el que nos conocimos

 

Sin llorar


Luceros en el agua

El mundo estaba ahí 

“cuando el primer hombre levantó la cabeza”

Hans Blumenberg

Embriagado de dioses

aquella noche comprendió

y predijo

el eclipse de sol sobre Mileto

 

Ya caído

de rodillas en el pozo

sorprendió a Tales

que la muchacha tracia

además de sonreír

con sorna y encanto

su mano le ofreciese


Hartazgo

¿De cuál infierno aquella feroz locura

libertaria gesta arrasadora fue?

¿si la libertad del uno condiciona

acaso libertad la del villorrio es?

 

A orillas del Caribe firmó conjura

desde una isla escondido escribió proclamas

¡canijo mantuano por duelos y culpas

cuántas formas deparó a su cruel venganza!

 

Miedos destiló contra cualquier criatura

ojo en sangre  mano en llamas voz en lanzas

un lobo moderno transmutado a bala

fusiló en la Nueva al mulato de Braganza

 

A repúblicas aéreas tortura

sus dogmas dictan bayonetas y pólvora

siglo tras siglo inoculan alzaduras

las cinco sílabas de su yambo nombre

 

En el habla natural de sus rapaces

subsisten trazas de su fecal materia

pozo séptico do el país se encarroña

profunda oquedad hendida en Miraflores


*Los poemas aquí seleccionados pertenecen al libro Orfeado insilio (edición de autor, 2019). Hernán Zamora (1964) es profesor en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. Orfeado insilio es su décimo de libro de poesía publicado. En 2000 fue ganador del Premio de Poesía Fernando Paz Castillo (Celarg).

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