La noche del 9 de febrero será recordada como la última expresión de cierta normalidad en el calendario de la industria más poderosa del entretenimiento. El coronavirus todavía estaba lejos del radar de la temporada de premios en Hollywood. En aquella velada, Parasite logró un colosal triunfo al convertirse en la primera película de la historia realizada fuera de Estados Unidos en ganar el Oscar al mejor film.
Mes y medio después de aquella fiesta, la Academia de Hollywood acaba de informar que evalúa todos los cursos de acción posibles frente a una pandemia que paralizó en pocos días el funcionamiento de la industria del cine. Altera de manera absoluta algo tan sensible para todo el tiempo que viene como el calendario de estrenos.
Las reglas del Oscar indican que solamente están habilitadas para participar en la competencia todas las películas exhibidas durante al menos una semana en una sala comercial de Los Ángeles entre el 1 de enero y el 31 de diciembre. La próxima entrega de los Oscar, la número 93, está prevista para el 28 de febrero de 2021.
Con los cines cerrados hasta nuevo aviso por disposición oficial en California, cada vez más estrenos postergados por tiempo indeterminado y una industria que se encuentra en virtual estado de colapso (se dice que corren peligro al menos 120.000 empleos temporarios) la emergencia les impone a todos los protagonistas de la industria, Academia incluida, la necesidad de recalcular.
De prolongarse en el tiempo la cuarentena forzada, será muy complicado para la Academia mantener estas reglas fijas pensando en el Oscar 2021. Sobre todo si se extiende la práctica de lanzar directamente al streaming y a los sistemas on demand algunos de los estrenos importantes que los estudios tenían programado lanzar primero en los cines. Es el caso de Universal con Trolls: World Tour, que de mantenerse los requisitos vigentes no podría competir como mejor película animada.
A la vez -según la fecha en la que se disponga la reapertura de la actividad- los cines podrían encontrarse en un gigantesco cuello de botella para reprogramar sus estrenos. Podría reducir el número de películas en condiciones de participar de la competencia. En este panorama, los títulos extranjeros que sueñan con competir por el Oscar a la mejor película internacional corren todavía con mayor desventaja.
Las primeras especulaciones de la prensa de Hollywood apuntan a un posible estiramiento del calendario actual. Indican, también, la eventual postergación de la fecha del Oscar 2021.
En la casi centenaria historia del premio solamente tres veces debió aplazarse la fecha original de la ceremonia, pero siempre por muy poco tiempo. El Oscar de 1938 se postergó una semana por las inundaciones en Los Ángeles. El de 1968 se hizo dos días después por el asesinato de Martin Luther King. Y en 1981, el intento de atentado contra el entonces presidente Ronald Reagan forzó la postergación por un día.
En el primer comunicado oficial relacionado con la crisis del coronavirus, la Academia señaló que se encuentra estudiando qué tipo de cambios deberían hacerse para responder a la nueva realidad. «La prioridad es ver cómo nuestra entidad, nuestros miembros y toda la industria van a sobrellevar esta crisis sanitaria y económica. Vamos a analizar con toda la amplitud y perspectiva posibles todo aquello que sea mejor y seguramente haremos nuevos anuncios en los próximos días», dijo.
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