Los técnicos españoles que trabajaban en el patrullero Comandante Eterno Hugo Chávez fueron repatriados debido a la situación política que existe en Venezuela.
El equipo de la empresa pública, que supervisaba el último de los ocho buques de guerra vendidos en el año 2005 a Venezuela por 1.246 millones de euros, estaba conformado por media docena de ingenieros, entre otros trabajadores que cumplían otras funciones, reseñó El País.
Un portavoz de Navantia, la empresa pública española encargada del buque, no quiso hacer comentarios al respecto, detalló que los técnicos españoles no están permanentemente en Venezuela, sino que se desplazan allí cuando es requerido.
El contrato con Venezuela está siendo investigado desde hace seis años por un juzgado de Madrid por el pago de una comisión de 3,5% a dos intermediarios venezolanos y a sus socios en España.
Con información de El País.
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