El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia solicitó 3,9 millardos de dólares para asistir a 41 millones de niños víctimas de conflictos y desastres naturales en el año 2019, un llamado global que incluye 69,5 millones de dólares para atender a los menores de edad en la crisis venezolana.
“Estamos muy preocupados por la situación de los niños en Venezuela y pedimos a todos que protejan a niños y adolescentes en este momento”, señaló Manuel Fontaine, director de Programas de Emergencia de Unicef.
Venezuela es la principal prioridad para Unicef en Latinoamérica: 69,5 de los 109 millones de dólares que pidió para asistir a la región quieren dirigirse a sus niños, así como a los que han emigrado a naciones vecinas.
“También trabajamos en Colombia, Brasil y Ecuador, para ayudar a las comunidades de acogida de migrantes y refugiados venezolanos en la recepción de familias y niños que cruzan la frontera”, destacó Fontaine.
Los países de Latinoamérica y el Caribe acogen al menos 2,4 millones de refugiados y migrantes venezolanos, de los 3 millones de personas que han dejado el país por la crisis política y económica, “un alto e impredecible flujo que reduce la capacidad de los países de acogida en servicios e infraestructuras ya de por sí limitados”, destacó Unicef.
A finales de 2018, Unicef indicó que más de 460.000 niños venezolanos en Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Trinidad y Tobago, Panamá y Guyana requieren asistencia. Unicef aseguró que centrará su atención en esos 7 países en los que ya se implementan planes de acción específicos.
Los 69,5 millones de dólares se distribuirán así: Colombia (29,1 millones); Ecuador (11,7 millones); Brasil (9 millones); Perú (6,9 millones); Trinidad y Tobago (1,5 millones); Panamá (1,3 millones); y Guyana (840.000 dólares), más el soporte técnico regional (9 millones).
Unicef explicó que los flujos migratorios altos e impredecibles están ampliando las capacidades de los países receptores y las demandas crecientes de servicios y estructuras ya limitados a nivel de la comunidad anfitriona. “Las mujeres y los niños, en particular los niños no acompañados y los niños con discapacidades, así como los grupos indígenas, enfrentan riesgos de violencia, discriminación, trata, explotación y abuso”.
Y agregó: “En 2019, aproximadamente 1,1 millones de personas tanto de las comunidades de migrantes como de las de acogida necesitarán servicios de agua, saneamiento e higiene; 1,5 millones de niños requerirán acceso a la educación; y casi 265.000 niños, niñas, adolescentes y mujeres necesitarán servicios de salud esenciales”.
En el plan de acción se señala además que las personas afectadas tienen una necesidad urgente de acceso al registro, mecanismos de protección, educación inclusiva, servicios integrados de salud y nutrición y vivienda temporal o permanente adecuada.
“El financiamiento adecuado y flexible ayudará a Unicef a implementar actividades urgentes y de salvamento, al tiempo que apoya a los gobiernos anfitriones para garantizar la provisión de intervenciones clave que apoyen a los niños tanto a corto como a largo plazo”, recalcó.
Atención a la niñez. El plan de acción para 2019, presentado en Ginebra, busca brindar acceso a agua potable, comida, educación y servicios sanitarios para niños de 59 países, así como garantizar su seguridad.
La principal partida de 904 millones de dólares se destinará a comunidades de acogida de refugiados sirios en Egipto, Jordania, Líbano, Irak y Turquía, seguida de las dirigidas a Yemen (542,3 millones), la República Democrática del Congo (326,1 millones), Siria (319,8 millones) y Sudán del Sur (179,2 millones).
Otra importante partida para la región latinoamericana es la dirigida a Haití, país para el que Unicef busca recaudar 24 millones de dólares, mientras que parte de los 16 millones de dólares restantes se dirigirá a las caravanas de migrantes desde Centroamérica hacia México y Estados Unidos. “Somos muy activos en México, donde nuestra mayor preocupación es la protección de niños que son parte de las caravanas que van desde Centroamérica”, subrayó Fontaine.
460.000
niños venezolanos requieren asistencia en Latinoamérica. Los flujos migratorios altos están ampliando las capacidades de los países receptores.
“Estamos muy preocupados por la situación de los niños en Venezuela y pedimos a todos que protejan a niños y adolescentes en este momento. Trabajamos para ayudar a las comunidades de acogida de migrantes”
Manuel Fontaine,
director de Programas
de Emergencia de Unicef
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