ARCO 2020 abre este miércoles con una oferta de «mucha calidad». Predomina la pintura, apenas hay polémica, aumenta el número de mujeres artistas y se ha registrado un puñado de bajas a causa del brote del coronavirus.
«Vamos a encontrar mucha calidad en las galerías, hay proyectos muy valientes y muy bien desarrolladas», resumió ante la prensa la directora, Maribel López, que se estrena en solitario en la feria.
COVID-19
Las 11 galerías italianas que trabajan en la feria han abierto con normalidad. Solo ha habido 15 bajas en el grupo de 300 coleccionistas que la feria invita cada año.
Aparte de eso, apenas unos visitantes con mascarilla y algunos que preferían no saludar con doble beso, habitual en España.
El coronavirus es el protagonista ausente de la feria y parece que este año sustituirá la tradicional polémica de cada año. En esta edición la polémica se limita a un cuadro de Franco del artista finlandés Riiko Sakkinen. En la pieza ironiza sobre los supuestos logros del dictador bajo el marchamo «Franco no era tan malo como dicen».
«La polémica está en el ojo del que mira (…) creo que no hay que destacar esa obra como polémica, es un gesto creativo y una posición irónica -explicó-. Las obras deben llamar la atención por su calidad».
Una noticia positiva este año es que el número de mujeres artistas ha crecido y da un pequeño paso hacia la paridad. Pasa del 25% de la última edición al 32%: «No es como para decir que está todo resuelto, pero es una buena noticia», eñaló la directora de la feria.
Entre las expuestas se encuentran obras de Kiki Smith, que tiene uno de los proyectos especiales de la feria, Blanca Muñoz, o Cabello / Carceller.
La sección especial, dedicada a Félix González-Torres
ARCO dedica su sección «más especial» a la obra de Félix González-Torres. Falleció en 1996 a causa del sida. En su obra convergen cuestiones como el activismo político, la idea de colaboración o una nueva interpretación de la autoría del artista.
Los comisarios Alejandro Cesarc y Mason Leaver-Yap firman la selección multigeneracional de artistas (16 artistas de 13 galerías) que reflexionan de manera sutil sobre el legado del artista cubano-estadounidense.
«No queremos potenciar ni ampliar su mito. Nos interesa la potencionalidad de su obra», explicaron los responsables, que se muestran convencidos de que el trabajo de Gónzalez-Torres «cambió la forma de entender el arte».
Entre las obras expuestas en este espacio se encuentran dos del español Pepe Espaliú -que también falleció de sida- y que reflexionan sobre la enfermedad. Una de ellas, Carrying piece, es una especie de palanquín que simboliza invalidez, pero también protección, destacó Adrián Sandin, de García Galería.
También destaca una pieza de la galería Maria Eichhorn, Film Lexicon of Sexual Practices, de la galería Barbara Weiss. Está compuesta por 20 vídeos de contenido sexual en película de 16mm, con valor de 140.000 euros.
La obra se mostraba a partir de una performance: una mujer ponía a los visitantes las filmaciones que pedían de una lista con prácticas sexuales y partes del cuerpo, como clítoris, vulva, masturbación femenina o masturbación masculina.
«Habla sobre la intimidad y los sentimientos que la rodean y sobre cómo se expone en sitios públicos. También sobre el cuerpo y sus implicaciones, es muy conceptual», precisó a Efe Barbel Trautwein, responsable de la galería, que se estrena en ARCO.
Esta obra, sobre el cuerpo y la intimidad, se vincula con uno de los más reconocidos trabajos de Gónzalez-Torres. Dispuso un montón de caramelos que pesaba lo mismo que su pareja -fallecido también de sida unos años antes que él- y que los visitantes podían comer. Fue vendida por 4,6 millones de dólares en 2010.
También hay obras de Kia LaBeija, una joven artista con VIH, cuya obra esta vertebrada en torno a esa enfermedad, así como autores como Henrik Olesen, que reflexiona en torno a la homosexualidad y su trato a lo largo del tiempo.
Buenas expectativas
Obras que apoyan el objetivo de Maribel López en su primer año al frente de ARCO, que la feria tenga una identidad propia. Y, aunque su mandato es muy continuista respecto al de Carlos Urroz, parece que lo ha conseguido.
Además de las secciones comisariadas -Opening, Diálogos y el tema de este año-, casi el 40% de las galerías han seguido la propuesta de la feria de dedicar su stand a uno a dos autores, lo que es un atractivo extra para los coleccionistas.
En la oferta de las más de 200 galerías de 30 países que muestran desde este miércoles sus propuestas se encuentra un predominio de la pintura. Además hay una mayor presencia de la escultura -con obras de Chillida, Plensa o Chirino-.
Las sensaciones de las primeras hora de la feria -hoy solo se accede por invitación- es «muy positiva» para los galeristas. Muchos de ellos ya habían cerrado ventas.
Juana de Aizpuru, una de las veteranas de la feria, se mostraba muy optimista: «Este año hay muy buenos coleccionistas, gente con muchas ganas de comprar. He vendido muy bien». ARCO tiene su sitio en el calendario internacional, «con personalidad”. Esta feria se caracteriza porque es lugar de encuentro del arte europeo con el latinoamericano.
Es la primera ve que trae a la feria obra del español Miguel Ángel Campano (1948-2018), del que acaba de recibir el legado: «He traído siete y ya ha vendido cinco. Fue el mejor artista de su generación».
Igual de positivos se mostraban en las galerías Lelong y Malborough, que ya habían cerrado compras a las pocas horas de la feria.
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