La ciudad de Pamplona, la puerta de ingreso para muchas personas procedentes de Venezuela, se convirtió en el refugio de cientos de colombianos retornados que se sienten marginados por el gobierno del país. Pamplona está ubicada a 79 kilómetros de Cúcuta.
Por la ciudad colombiana circulan actualmente entre 150 y 2.050 personas que tienen como destino Bucaramanga, reseña La Opinión.
Hace algunos meses, cuando la crisis en Venezuela se agudizó, pasaban por la ciudad diariamente más de 1.500 migrantes. Estos decidieron establecerse en Pamplona, especialmente los colombianos retornados.
Ante la carencia de oportunidades laborales, muchos de los recién llegados decidieron trabajar como vendedores informales en calles y parques de la ciudad. Actualmente, estas personas no cuentan con ninguna entidad del Estado que los apoye para mejorar sus condiciones de vida.
Diana Capacho, representante del Instituto de la Caridad Universal, aseguró que el año pasado en Pamplona la Cancillería registró 1.200 colombianos retornados de Venezuela, pero hay otros 5.000 que buscan registrarse ante esta entidad estatal.
Esta no es la única ciudad en la que ocurre esta situación. En Ocaña se registró un caso similar, los venezolanos se asentaron en el municipio y engrosaron el cinturón de informalidad.
Diana Carolina Riveros Páez, abogada de apoyo especializado en la población venezolana de la personería municipal de Ocaña, manifiesta que de acuerdo con las cifras manejadas por la Cruz Roja a través del Plan Mundial de Alimentos existe un cálculo cercano a los 15.000 migrantes en esta localidad.
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