Hace seis años el opositor Leopoldo López proclamó su inocencia antes de entregarse a las autoridades. Esta acción dejó en la retina de sus conciudadanos la imagen más recordada de La salida, la apuesta más dura de la oposición.
«Soy inocente. No tengo nada que temer», dijo en ese momento.
El movimiento puso en marcha la primera gran oleada de protestas desde que Nicolás Maduro llegó a la Presidencia en abril de 2013. Esos eventos dejaron más de 40 muertos, centenares de lesionados y detenidos.
Qué fue La salida
El 23 de enero de 2014 una parte de la oposición inició una campaña de manifestaciones para derrocar a Maduro, que apenas llevaba unos meses al frente del gobierno, luego de la muerte de Hugo Chávez y las posteriores elecciones presidenciales de abril de 2013.
La propuesta era «una salida pacífica, democrática y constitucional» para acabar con el gobierno chavista con distintas acciones en las calles, como asambleas ciudadanas.
De López a Machado, los protagonistas
Leopoldo López (Voluntad Popular), María Corina Machado (Vente Venezuela) y Antonio Ledezma (Alianza Bravo Pueblo), lideraron la iniciativa.
Crearon una ruptura evidente dentro de la oposición, aglutinada entonces en la Mesa de la Unidad Democrática. Esta acción creó dos grandes bandos: los denominados salidistas y los que abogaban por el diálogo.
Entre estos últimos se encontraban el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, Ramón Guillermo Aveledo, ex secretario general de la MUD o Henry Ramos Allup, jefe nacional de Acción Democrática.
Los primeros muertos
El 12 de febrero se convocó una manifestación por el Día de la Juventud y en protesta por algunos estudiantes detenidos.
En Caracas, la marcha llegó hasta el Ministerio Público, en Parque Carabobo. Los universitarios tenían el objetivo de pedir la liberación de los jóvenes, capturados días antes mientras protestaban en el interior del país.
Dos hitos
Primero, porque suponía la entrada de una marcha opositora en una zona considerada como un tradicional bastión del chavismo; y segundo porque comenzó una oleada de protestas que se prolongaron durante cuatro meses.
Luego de permanecer en los alrededores del Ministerio Público, hubo enfrentamientos entre los estudiantes y los colectivos armados del chavismo.
Tres personas murieron ese día, decenas resultaron heridas y más de 60 fueron detenidas, según datos de la entonces fiscal general Luisa Ortega Díaz, actualmente en el exilio.
Detención de López
El gobierno de Maduro culpó a López y a Machado de la violencia del 12 de febrero. Pero el líder de Voluntad Popular se defendió y dijo que la manifestación de desarrolló de forma pacífica.
López responsabilizó al Ejecutivo de la violencia, de sembrar el miedo y de ejecutar un plan macabro.
Los tribunales emitieron una orden de arresto en su contra, acusado de diferentes cargos. Entre ellos, se establecían instigación a daños a la propiedad pública, incitación a crear disturbios, conspiración, homicidio y terrorismo.
Luego de varios días en paradero desconocido, López se entregó el 18 de febrero rodeado de miles de seguidores y lo recluyeron en la cárcel militar de Ramo Verde.
No frenó las protestas
Las protestas siguieron varios meses y a medida que pasaban los días se hicieron más violentas.
El gobierno acusó a la oposición de causar varias muertes, principalmente de personas en moto que pasaban por zonas cerradas por las protestas.
Diversas ONG denunciaron que 34% de las manifestaciones fueron reprimidas por los cuerpos de seguridad del Estado. Principalmente, la Guardia Nacional Bolivariana y los llamados colectivos.
La cifra contrasta con la media de la década anterior, que no superaba 7%.
Solo entre los meses de febrero y abril de 2014, la ONG Provea registró e individualizó un total 138 heridos de bala, 330 heridos por perdigones y 72 lesionados por golpes, además de 34 heridos por objetos contundentes y 280 personas electrocutadas, apuñaladas, arrolladas y con lesiones de diversa índole.
El primer diálogo
La crisis política y socioeconómica del país, así como el recrudecimiento de las manifestaciones y su represión, alcanzó tal magnitud que en abril se propuso la primera mesa de diálogo entre Maduro y la oposición.
Apenas un mes después, la MUD declaró congelado el proceso de diálogo y dejó de asistir a las reuniones como protesta por lo que calificaron de estancamiento de las conversaciones.
El pico de protestas amainó alrededor de junio.
¿Dónde están ahora sus protagonistas?
Después de que López se entregó y su posterior juicio, quedó recluido en Ramo Verde hasta que en julio de 2017 le cambiaron la medida por arresto domiciliario.
Varios organismos internacionales y ONG, así como la Unión Europea, consideran que su arresto fue por motivos políticos y que no se dio con el debido proceso.
El fiscal encargado del caso, Franklin Nieves, huyó a Estados Unidos y declaró que el juicio fue una farsa, mientras que la jueza que firmó su orden de aprehensión dijo que lo hizo atemorizada.
Después del fallido levantamiento militar del 30 de abril de 2019, liderado por Juan Guaidó, presidente interino de la República, López fue recibido como huésped en la residencia del embajador de España, donde aún permanece.
En el caso de Antonio Ledezma, fue detenido en febrero de 2015 durante un allanamiento a sus oficinas bajo la acusación de participar en un intento de golpe de Estado contra Maduro.
Su lugar de reclusión fue Ramo Verde hasta que le dieron arresto domiciliario en 2016, y después en noviembre de 2017 huyó de Venezuela y llegó a España, donde pidió asilo político.
A pesar de que en un principio caían sobre María Corina Machado varias acusaciones en su contra y órdenes de arresto, es la única líder de La salida que se mantiene en libertad, aunque tiene prohibición de salida del país.
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