Sochil Martin fue víctima de la iglesia evangélica Luz del Mundo durante 18 años. En ese período, los dos líderes de la organización mexicana abusaron sexualmente de ella.
Manipulaban pasajes de la Biblia para convencerla de que su maltrato era, en realidad, un regalo de Dios, de acuerdo con una demanda federal.
Dijo que desde los 9 años de edad fue criada para complacer a los autoproclamados apóstoles de la iglesia, el difunto Samuel Joaquín Flores y su hijo Naasón Joaquín García. Les enseñaban bailes eróticos que derivaban en toqueteos y caricias sexuales, reseñó AP.
Una vez cumplidos los 20 años de edad, el abuso incrementó a violaciones, golpizas y humillación pública por García, aseguró Martin.
En consecuencia, tuvo que escapar de la Iglesia en 2016 junto con su esposo.
«Durante los primeros 30 años de mi vida se me enseñó a creer que mi cuerpo, mi mente y mi alma pertenecían a Luz del Mundo porque esa era la voluntad de Dios. Hoy doy la cara porque esto debe acabar. Generaciones de niños criados por ellos han sido obligados a convertirse en servidores sexuales de los apóstoles de la organización», expresó con la voz entrecortada.
Martin se presentó junto con sus abogados y su esposo en Los Ángeles, donde expusieron la demanda el día anterior. The Associated Press normalmente no identifica a las personas que aseguran haber sido víctimas de abuso sexual, pero ella dijo que quería que su nombre se publicara.
A García lo arrestaron el año pasado y permanece detenido sin derecho a fianza por cargos de violación de menores y tráfico de personas en el condado Los Ángeles. Él niega haber incurrido en algo ilegal.
Martin, quien no es una de las mujeres en el caso penal, dijo que ha cooperado con las autoridades de México y Estados Unidos desde octubre de 2018. Pero sus abogados se negaron a dar detalles.
García, de 50 años de edad, sigue siendo el líder espiritual de La Luz del Mundo. Su abuelo es el fundador de esa iglesia evangélica cristiana con sede en Guadalajara, México, que asegura tener 5 millones de fieles alrededor del mundo.
Martin dijo que creía que los actos sexuales eran en fomento de la voluntad de Dios. Durante los procedimientos judiciales, los fiscales han dicho que algunos padres dentro de la Iglesia entregaban a sus hijos a los apóstoles porque lo consideraban una bendición.
En la demanda se describe el extravagante estilo de vida de García y su familia. Esta incluye la posesión de animales exóticos y un museo privado de autos clásicos restaurados. estos eran adquiridos con las contribuciones de los feligreses y la mano de obra gratuita. La denuncia calcula que Martin trabajó alrededor de 30.000 horas sin sueldo para la iglesia, incluso en su departamento de difusión en México y California.
El esposo de Martin no estaba al tanto de la relación obligada de su esposa con García hasta 2016. Para aquel entonces encontró mensajes de texto pornográficos entre ella y el líder. Por ello la ayudó a escapar de la Iglesia.
Posteriormente, según la demanda, Luz del Mundo emprendió una campaña de calumnias contra la familia de Martin en México y California e intentó comprar su silencio. Mandó destruir su casa y ordenó que la siguieran. La campaña continuó incluso después del arresto de García, afirmaron sus abogados.
En la conferencia de prensa, Martin se dirigió a otras posibles víctimas para instarlas a dar la cara.
«Es momento de que digan ‘basta’. No es una bendición, no es un regalo de Dios, no está bien», expresó.
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