El gobierno de Malasia anunció este domingo que no permitirá que atraque en sus puertos ningún crucero que proceda o haya hecho escala en China para prevenir contagios de COVID-19. Esto, después de que se detectara en Kuala Lumpur el coronavirus en una mujer estadounidense que había desembarcado en Camboya.
«Sabemos que el barco había desembarcado en Hong Kong por una noche antes de partir el 1 de febrero para un viaje de 14 días por Asia Oriental. Por tanto, hay una posibilidad de contacto entre los pasajeros y la población de Hong Kong, donde algunos podrían haber estado expuestos al virus», explicó la viceprimera ministra malasia Wan Azizah Wan Ismail en un conferencia de prensa.
La viceprimera ministra se refería al caso de una mujer estadounidense de 83 años que había dado positivo el sábado de COVID-19 en un control en Kuala Lumpur. Ocurrió, luego de haber viajado desde Camboya, donde había atracado el crucero Wasterdam el pasado viernes, después de haber sido rechazado por otros cinco países.
La mujer y su marido, que dio negativo en las pruebas, fueron ingresados ayer en un hospital de la capital malasia. Mientras tanto, las autoridades del país cancelaban todos los vuelos desde Camboya.
Además, Wan Ismail señaló que no se permitiría la entrada en Malasia a ninguno de los pasajeros del Wasterdam. Estos permanecen en Camboya a la espera de volver a sus países, según la agencia estatal de noticias malasia Bernama.
En Malasia ya se han detectado hasta el momento 22 casos de coronavirus.
Westerdam
El Westerdam, de la compañía naviera Holland America Line y en el que viajaban siete españoles, atracó el viernes en el puerto de Sihanoukville. Después de que las autoridades de Camboya les permitieran desembarcar tras descartar en principio que alguno de ellos fuera portador del virus.
Los pasajeros empezaron el viernes a ser trasladados a los aeropuertos de Sihanoukville y Phnom Penh, y de ahí a Kuala Lumpur. Este es el inicio del proceso de regreso a sus países que se esperaba que durara entre dos y tres días.
Sin embargo, los 747 tripulantes y 236 pasajeros que permanecen en el barco, entre ellos una ciudadana española. Unos 300 pasajeros se encuentran en un hotel de lujo de Phnom Penh, incluidos cuatro españoles. Ellos tendrán que esperar a que se les realicen nuevas pruebas de coronavirus para poder salir de Camboya.
El navío, tenía previsto llegar este sábado a la ciudad japonesa de Yokohama, pero las autoridades niponas le denegaron la entrada. Esto, después de que una persona a bordo mostrara síntomas similares a los del coronavirus.
Camboya autorizó el miércoles la llegada del crucero a su territorio después de que este hubiera sido rechazado por las autoridades de Taiwán, Filipinas, Guam y Tailandia, lo que hizo que la Organización Mundial de la Salud, OMS, y la Organización Mundial del Turismo, OMT, alabaran este sábado al Gobierno camboyano.
El caso del Westerdam tuvo lugar después de que las autoridades japonesas pusieran en cuarentena a otro crucero, el Diamond Princess. Ahí, al menos 355 de sus 3.700 personas a bordo han dado positivo por el coronavirus.
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