Un fiscal costarricense solicitó este jueves la condena máxima de 18 años de cárcel en contra del nicaragüense Bismarck Espinoza Martínez, quien fue acusado de matar a la turista venezolana Carla Stefaniak en un hotel de Escazú, Costa Rica, el 28 de noviembre de 2018.
El funcionario Ricky González dijo que el Ministerio Público no tiene «ni la más mínima duda de que fue Bismarck quien mató a la joven, ya que él montó una red de mentiras para encubrirse».
El acusador explicó que la mentira de Bismarck Espinoza sobre que la turista se fue en un carro misterioso «solo hizo que él mismo se pusiera como el principal sospechoso en la investigación».
Además de las pruebas y testimonios presentados a lo largo del debate, el fiscal señaló que hubo un aspecto que, en su opinión, delató a Espinoza. Siempre fue considerado como un hombre muy amable y cortés hasta el día del crimen.
Los dueños de Villas Le Mas, en Escazú, declararon que todos amaban a Bismarck Espinoza; incluso en las reseñas del hotel otros huéspedes lo habían calificado «de una persona muy buena», aseguró González.
Ante esta situación, el fiscal dijo que para él no tiene sentido que si Espinoza era tan amable y cortés, por qué en su versión señaló que «Carla cargó todas sus maletas hasta el carro. Él únicamente le abrió el portón, cuando se pensaría que, como todo un caballero, él mismo le ayudaría con eso».
El Ministerio Público de Costa Rica explicó que fue acusado por homicidio simple. No se encontraron pruebas de ensañamiento o de abuso sexual para recalificar el delito de homicidio calificado.
Sobre los hechos en Costa Rica
El Organismo de Investigación Judicial informó el 5 de diciembre de 2018, que un ataque sexual sería el principal motivo del crimen de la turista venezolana-estadounidense Carla Stefaniak. El cuerpo fue localizado en San Antonio de Escazú, San José.
Wálter Espinoza Espinoza, director de la Policía Judicial, manifestó en aquel momento tener un solo sospechoso. Se trataba de Bismarck Espinoza Martínez, guarda del hotel Villas Le Mas.
El jerarca judicial detalló que los rastros de sangre encontrados en el apartamento en el que se hospedó Stefaniak, a donde ingresó el 27 de noviembre de 2018, mostró los actos de violencia que se presentaron.
Agregó que no pueden afirmar de que la mujer estuvo raptada o encerrada en el inmueble por muchos días. El estado del cuerpo mostró afectaciones por factores temporales y climatológicos.
La familia de la venezolana reportó su desaparición el 28 de noviembre y desde ese día la Policía se encontraba en labores de búsqueda de la mujer.
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