Esta semana un recién nacido se convirtió en la persona más joven en ser diagnosticada con el nuevo coronavirus surgido en China.
El pequeño nació el 2 de febrero en un hospital de Wuhan, la ciudad china que se ha convertido en el epicentro del brote.
El bebé, que nació 3,25 kg al nacer, fue diagnosticado con el nuevo virus tan solo 30 horas después de haber nacido, informó la prensa oficial.
Su madre ya había sido diagnosticada con el nuevo virus antes de dar a luz.
Los médicos del hospital informaron que la condición del niño es estable y que permanece bajo observación.
¿Cómo contrajo la llamada neumonía de Wuhan?
Según expertos médicos, una posibilidad es que haya contraído el virus en el útero de su madre.
«Esto nos recuerda que debemos prestar atención a que puede haber una posible ruta de contagio vía madre-hijo», señaló el médico principal del departamento de medicina neonatal del Hospital Infantil de Wuhan, Zeng Lingkong.
Pero también es posible que el bebé contrajera el virus después de nacer, al entrar en contacto con su madre.
«Es bastante posible que el bebé se haya contagiado de una forma muy convencional: inhalando el virus a través de las gotas expulsadas por la tos de su madre», explicó Stephen Morse, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Mailman, de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.
Pocos casos (o menos severos)
Hasta esta semana, otro bebé de seis meses en Singapur también resultó infectado. También se registró el caso de un niño de 8 años de Wuhan con el nuevo coronavirus, que actualmente se encuentra en Australia.
Pese a ello, son muy pocos los casos registrados de niños con este nuevo virus que hasta el 6 de febrero ha dejado más de 560 muertos y más de 28.000 infectados, según las autoridades sanitarias chinas.
De acuerdo a un informe publicado en la revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés), la edad media de los pacientes en el actual brote es de entre 49 y 56años.
Los casos de niños son raros, subraya el texto.
Este patrón es parecido al que se registró durante la epidemia del SARS (siglas en inglés de Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en 2003, en la cual no hubo víctimas infantiles, y al brote de MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio), donde no se presentaron muchos casos de niños infectados.
¿Cómo se explica que sean tan pocos los niños afectados por el nuevo coronavirus?
En opinión de Malik Peiris, director de virología de la Universidad de Hong Kong, es posible que haya más menores infectados, pero con síntomas más moderados.
Y «no tenemos información de los casos más moderados», señaló al diario The New York Times.
«Si el coronavirus se esparce por todo el mundo, y se propaga tan extensamente como la gripe estacional, probablemente veamos más (casos)».
Respuesta inmunológica
Otra razón posible es que, por un lado, hayan estado menos expuestos al virus, o que el cuerpo de los niños responda de manera diferente al virus.
Puede que el hecho de que no haya muchos casos se deba «a la forma en la que comenzó el brote», le explicó David Weber, profesor de epidemiología y pediatría de la Universidad de Carolina del Norte, EE.UU., al medio Business Insider.
Se cree que el virus se originó en un mercado de pescado y mariscos en Wuhan, donde se venden animales vivos.
«Y no hay muchos niños que vayan al mercado de pescado», añade Weber.
De acuerdo a Mark Denison, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, EE.UU., es posible que, por una rareza de la biología, los niños sean sencillamente menos susceptibles que los adultos al nuevo coronavirus: puede que sus células sean menos hospitalarias para el virus, y esto haga que sea para el virus más difícil replicarse para pasar a otra persona.
Por otro lado, es frecuente que los síntomas provocados por los virus sean más leves en los niños que en los adultos.
En el caso de la varicela, por ejemplo, mientras que se trata de una enfermedad sin complicaciones en los niños, puede resultar muy grave y provocar numerosas complicaciones en adultos.
Por último, puede que los adultos sean más susceptibles al virus porque es más probable que tengan otras afecciones de salud como problemas coronarios, diabetes, o con la presión arterial, y estos factores disminuyen la capacidad de hacer frente a las infecciones.
Nuestro sistema inmunológico se va deteriorando con la edad.
«Algo pasa a la edad de 50», le explica la epidemióloga australiana Raina MacIntryre a The New York Times, «(La respuesta inmunológica) se reduce exponencialmente, y es por eso que la mayoría de las infecciones tienen una incidencia más alta en las personas mayores».
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