Un estadounidense se convirtió en la primera víctima mortal extranjera del nuevo coronavirus, que ya ha segado la vida de más de 720 personas en China. Situación que llevó a Hong Kong a imponer a partir de este sábado una cuarentena drástica para intentar frenar la epidemia.
El nuevo coronavirus infectó a más de 34.500 personas en China continental, anunciaron este sábado las autoridades sanitarias.
El americano murió en Wuhan, el epicentro de la epidemia en China, afirmó la embajada de Estados Unidos.
Según explicó en un comunicado el ministerio chino de Salud, la víctima era un ciudadano estadounidense de unos 60 años de edad, de origen chino.
Además, un japonés de unos 60 años de edad, sospechoso de estar infectado por el coronavirus, también murió en un hospital de Wuhan, anunció el ministerio de exteriores japonés.
«Es difícil establecer con certeza la causa de su muerte», dijeron las autoridades médicas en China.
Pese a las medidas de contención la epidemia sigue propagándose fuera de China continental. Hasta ahora se han confirmado más de 320 casos de contagio en unos 30 países. América Latina y África siguen siendo regiones libres del nuevo coronavirus hasta el momento.
Todos los fallecidos por la epidemia están en China continental salvo dos víctimas registradas en Hong Kong y Filipinas.
Mascarilla obligatoria en Shanghái
En número de víctimas mortales, el balance total ya se acerca al de la epidemia de SRAS, que mató a 774 personas en todo el mundo entre 2002 y 2003. Los expertos han advertido de que este nuevo coronavirus es menos letal.
La expansión de la epidemia llevó a las autoridades de Hong Kong a aplicar desde este sábado una cuarentena drástica de dos semanas a cualquier persona que llegue desde China continental. Quienes no respeten esta orden de confinamiento en hoteles o casas particulares se exponen a seis meses de prisión.
Las medidas de aislamiento también siguen vigentes en muchas ciudades chinas, donde decenas de millones de personas permanecen encerradas en sus casas.
La metrópolis de Shanghái, de 24 millones de habitantes, considerada el pulmón económico de China, exige desde hoy el uso de mascarilla en lugares públicos.
En una visita esta semana a Wuhan, el vice primer ministro Sun Chunlan ordenó a las autoridades locales que adopten medidas de «tiempos de guerra». Pidió incluso que rastreen la ciudad en busca de habitantes que tengan fiebre.
La localidad y la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital, llevan aisladas del mundo dos semanas por un cordón sanitario.
Cruceros bloqueados por coronavirus
Más allá de Hong Kong, muchos países endurecen las medidas que aplican a contra las personas procedentes de China y aconsejan no viajar al país, al que la mayoría de las aerolíneas internacionales ya ha dejado de volar.
Además, miles de viajeros y tripulantes permanecen confinados en dos cruceros en Asia.
En Japón, el número de personas infectadas en el crucero «Diamond Princess» alcanzó los 64 casos este sábado, entre ellos un argentino. Unas 3.700 personas a bordo permanecen encerradas en los camarotes.
En Hong Kong, 3.600 personas corrieron la misma suerte en el crucero «World Dream», donde ocho pasajeros dieron positivo.
Japón ha prohibido atracar a otro crucero porque se sospecha que lleva un pasajero infectado a bordo.
Lejos del SRAS
En China, la población sigue conmocionada con la muerte del médico Li Wenliang, un oftalmólogo de Wuhan, quien alertó a finales de diciembre de la aparición del virus, antes de contraerlo él mismo y fallecer, en un hospital, el jueves.
El doctor fue acusado de difundir rumores y terminó siendo sancionado por la policía. Ahora es un héroe nacional frente a unas autoridades locales acusadas de haber ocultado el comienzo de la epidemia.
Los trabajadores de los centros médicos, saturados, siguen siendo muy vulnerables al virus. Por ejemplo, 40 empleados de un hospital universitario en Wuhan se contagiaron en enero, según un estudio publicado en la revista Jama.
Los científicos siguen trabajando en la búsqueda de un remedio eficaz para atajar la epidemia y también intentan estudiar la cadena de transmisión al hombre.
Mientras la epidemia avanza, la OMS está buscando un nombre definitivo para el agente infeccioso que no estigmatice ni a la población china ni a Wuhan.
A la espera de una decisión, China anunció este sábado que la llamará «neumonía del nuevo coronavirus» y le otorgó las siglas NCP, por su nombre en inglés.
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