La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional denunció este jueves la campaña de censura llevada a cabo por las autoridades chinas, en relación con la información relativa a la epidemia de coronavirus que ha causado, al menos, 563 muertos en el país asiático.
En los últimos días, las redes sociales -donde se originan numerosas críticas al gobierno por su gestión de la crisis- han registrado un aumento de la censura, y varios artículos que se desviaban del relato oficial fueron eliminados.
«Las autoridades chinas se arriesgan a estar ocultando información que podría servirle a la comunidad médica para combatir el coronavirus y ayudar a que la gente se proteja», aseguró en un comunicado de prensa el director regional de Amnistía para Asia, Nicholas Bequelin.
«El hecho de que parte de esta información no esté disponible para todos, aumenta el riesgo del daño del coronavirus y retrasa una respuesta efectiva».
Acusados de difundir «rumores»
Amnistía Internacional recordó que la censura se origina desde las primeras instancias del brote, en diciembre. «Médicos de Wuhan compartieron con sus compañeros sus temores sobre pacientes con síntomas similares a los del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave. Las autoridades locales los silenciaron y los castigaron por ‘difundir rumores’«.
«Los profesionales médicos de China trataron de dar la alarma sobre el virus. Si el gobierno no hubiera intentado minimizar el peligro, el mundo podría haber respondido a la propagación del virus a tiempo», aseguró Bequelin.
Todo sucede cuando expertos internacionales publican estudios en los que consideran que los números de contagios y muertes podrían ser superiores a las cifras oficiales. Estas aumentaron este jueves a 563 fallecidos entre los 28.018 infectados diagnosticados en el país asiático.
Esta censura, denuncia la organización, también afecta a varios países del sureste asiático, como Malasia, Tailandia y Vietnam.
Los servicios sanitarios, desbordados
Amnistía Internacional hizo énfasis en el derecho al acceso a los servicios sanitarios, los cuales se han visto totalmente superados por completo por la actual crisis en la ciudad de Wuhan, según la organización.
«Los hospitales están rechazando a muchos pacientes luego de horas de espera. Los centros no cuentan con el material de diagnóstico necesario», asegura la ONG en el texto.
En otros casos, se les ha pedido a pacientes infectados, o sospechosos de estarlo, que permanezcan en sus casas ante la falta de instalaciones. En las redes sociales han circulado fotografías y videos -que son difíciles de verificar- en los que aparecen puertas selladas por fuera de viviendas habitadas por supuestos contagiados.
Amnistía Internacional también arremetió contra los actos racistas derivados del temor internacional al coronavirus que están sufriendo tanto los chinos como los descendientes de chinos de otras nacionalidades y otras personas procedentes de países del entorno.
La ONG exigió que las cuarentenas y los cierres fronterizos fueran proporcionados. Aludió a casos de abusos llevados a cabo por los gobiernos de Australia y de Papúa Nueva Guinea.
«La censura, la discriminación y las detenciones aleatorias no tienen lugar en la lucha contra la epidemia del coronavirus. Las violaciones de los derechos humanos, más que facilitarla, obstaculizan la respuesta a las emergencias sanitarias y limitan su eficiencia», agregó Bequelin.
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