El gobierno de Italia declaró este viernes estado de emergencia y asignó 5 millones de euros iniciales para hacer frente a la expansión del coronavirus de Wuhan. Esta medida se toma luego de que el jueves en la noche las autoridades confirmaron dos casos positivos en Roma.
Esta medida de cautela y alerta del Estado italiano es consecuencia directa de la decisión de la Organización Mundial de la Salud de lanzar la emergencia global.
La decisión fue adoptada por el Consejo de Ministros, que se reunió en la mañana con Protección Civil para decidir mayores medidas.
El ministro de Salud, Roberto Speranza, explicó después de la reunión que las medidas son de precaución. Añadió que activaron los instrumentos reglamentarios para la contención de estos casos.
Las autoridades informaron que los dos turistas chinos ingresados en un hospital romano están en buenas condiciones. Les habían detectado el coronavirus.
Giuseppe Ippolito, director científico del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani donde se encuentran ingresados los turistas, explicó que los pacientes son jóvenes con un cuadro normal de gripe.
«No hay terapia para esta infección; a los pacientes los tratamos con medicamentos sintomáticos para una gripe», agregó.
Señaló que el resto del grupo de turistas chinos que viajaba con los dos ingresados también están aislados. Se les está vigilando con extrema precaución.
Los servicios sanitarios han descontaminado la habitación del hotel de Roma donde se hospedaron los dos turistas que dieron positivo por coronavirus. La habitación había sido sellada hace dos noches cuando trasladaron a la pareja en ambulancia al hospital.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, compareció anoche en rueda de prensa para confirmar los dos casos y llamar a la tranquilidad a los ciudadanos.
Anunció que Italia cerraba el tráfico aéreo desde y hacia China como medida de cautela.
No obstante, dos vuelos de Air China, procedentes de Pekín, Shanghai y Cathay Pacific programados antes del bloqueo, aterrizaron este jueves en el Aeropuerto Internacional de Malpensa, en Milán. A los pasajeros los sometieron a controles sanitarios.
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