Hace un año titulé uno de mis artículos de opinión “Negociación o por ahora tres años más con Nicolás». A lo largo de 2019 insistimos en negociación y diálogo, por cambio y paz, que no era momento para los absolutos, que había que unir la protesta política con lo social, que el caos estructural que vivimos en el país demanda una expedita solución política.
Insistimos una y mil veces en la necesidad de un proceso de negociación, en el que se logre un gran acuerdo nacional. También hemos dicho que los tiempos de la comunidad internacional no van al ritmo de las necesidades de nuestro pueblo, e igualmente hemos insistido en que con persecuciones y amedrentamientos no se van a resolver los problemas del país.
Por el mes de mayo 2019 alertábamos que era urgente revisar y ajustar la estrategia, ya el fulano mantra era un hecho que era inviable, al punto de que el mismo Juan Guaidó estaba más preocupado y ocupado en poder mantenerse al frente del Parlamento para este año, que en la esperanza que vendió a los venezolanos ansiosos de tener un mejor país.
Siempre hemos sido promotores de la unidad, que es nuestra mejor estrategia. El ejemplo más claro de ello, aparte del triunfo electoral de 2015, fue el del año 2007. Hoy esa unidad y el acuerdo entre todos los que nos oponemos a este régimen es prioridad. Es imperiosa la necesidad de unirnos. Ante la división más grande que hayamos tenido a lo largo de estos 21 años, pedíamos una negociación puertas adentro, ciertamente para tratar de no tener que llegar al punto en el que nos encontramos hoy en día, en el que hay que estar claro que el problema que tenemos es netamente político y no jurídico.
Alertábamos igualmente que era urgente llegar a un punto intermedio entre el «vete ya» y «la revolución llegó para quedarse». En pocas palabras, que urge salir de los extremos.
Le pedimos durante todo el año a esta dirección política un diálogo abierto e inclusivo entre todos los factores democráticos. Decíamos con la responsabilidad que nos caracteriza que el informe de la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, era demoledor, mas no suficiente. Así como también hemos mantenido en el tiempo que solo sanciones no bastan, que debemos movilizarnos, y no me refiero precisamente a las marchas y concentraciones.
A mediados de septiembre de 2019, ante la negativa de Guaidó a escucharnos en la oposición, y el G4, decidimos convocar a todos los factores a un Encuentro Nacional por la preservación de Venezuela, en la que pudimos reunirlos a todos, desde el más moderado hasta el más radical. La sorpresa fue que el único ausente fue precisamente Juan Guaidó.
Tres días después de escuchar a la gente de Claudio Fermín, de Henri Falcón, a personalidades como el doctor Enrique Colmenares Finol, Pedro Urrieta, el licenciado Simón García, Kiko Bautista, la gente de Timoteo Zambrano y de María Corina Machado, así como a consultores y analistas políticos, como el profesor José Vicente Carrasquero y Luis Enrique Gil, pudimos constatar que sí es posible lograr puntos de encuentro y que solo es viable con una plataforma democrática nacional para superar la crisis, eso es lo que hoy la gente sigue reclamando. En fin, Venezuela demanda unión, por ello, desde Unidad Visión Venezuela, cerramos y abrimos el año exigiendo acuerdo político, rectificación y no continuar en un callejón sin salida. Porque para reconstruir es necesario reconciliar.
Periodistas y medios que cubren semanalmente nuestras declaraciones son testigos de nuestra preocupación por el país y la crisis que atraviesa cada uno de los venezolanos; nuestra prioridad siempre ha sido la parte social, antes que la lucha por el poder y de los intereses personales. Insisto en que hay que poner un alto a la emocionalidad y pensar en el país.
Lamentablemente los que hoy se encuentran a la “cabeza” de la oposición son quienes han hecho caso omiso a nuestra petición, porque pareciera que no les interesa la unidad verdadera para el beneficio de Venezuela, de una coalición real, sin exclusiones; pero, peor aún, es que siguen en total desconexión con los problemas de la gente, situación que quedó recientemente demostrada al no aprobar el crédito de la CAF para atender la emergencia eléctrica.
Desde Unidad Visión Venezuela, proponemos nuevamente la convocatoria de un Congreso de Líderes de la Oposición Venezolana, en el que se renueve el liderazgo y se planteen nuevas estrategias, porque la política de cambio requiere cambios, pero sobre todo coherencia. Aquí lo que debe cesar es la mezquindad y la arrogancia, esta lucha es con protesta y voto. En resumen, nosotros apostamos por un 2020 en el que podamos organizarnos y desplazar a los extremistas, en el que comencemos a hacer política real. No podemos quedarnos callados cuando lo que se pretende desde esta dirección política es continuar un año más bajo ese guion de la falsa esperanza.
www.unidadvisionvenezuela.com.ve
@OmarAvilaVzla
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional