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La ciudad rota escenifica la posibilidad de construir un mejor futuro

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Una pareja que en apariencia no se conoce entre sí se encuentra entre los escombros de una ciudad rota. Ella, de imaginación utópica, inventa palabras y recrea en su mente las calles destruidas. Él, perdido y confundido, intenta hallar su lugar en la vida con un mapa que le resulta irreconocible. Ambos se adentran en un recorrido por sus recuerdos y juntos sobreviven al dolor para construir un futuro a partir de las ruinas.

Esta es la historia de La ciudad rota (2017), escrita por la dramaturga española María Prado. Por primera vez la pieza es llevada a escena gracias a la dirección de Aguasanta Rojas, de 25 años de edad, como parte del VI Festival Jóvenes Directores Trasnocho.

La obra, protagonizada por Jeslin Valbuena en el papel de Alicia y José Alejandro España como Bastian, se presenta desde este viernes 24 de enero hasta el 2 de febrero en el Trasnocho Cultural. 

Tanto para los actores como para la directora, el montaje de esta pieza significó un proceso difícil y de mucho esfuerzo. «Comenzamos a ensayar desde octubre. Esta es la primera vez que actuamos juntos, así que tuvimos que conocernos y generar la energía de los personajes», comenta España. En la pieza la historia se cuenta a través de saltos en el tiempo y cambios de los personajes que entablan una trama lúdica con el espectador.

La ciudad rota de la dramaturga española María Prado y dirigida por Aguasanta Rojas es la segunda obra del IV Festival Jóvenes Directores Trasnocho | Foto Rose Manuzza

La actriz que interpreta a Alicia, por su parte, considera que montar esta pieza fue un proceso arduo pero satisfactorio. «Es la primera vez que cuento una historia que de verdad quiero contar. Es un tema que me toca de forma personal. La obra trata sobre cómo los recuerdos se van quedando atrás y la añoranza que eso nos genera», afirma Valbuena.

«Ha sido un proceso largo y detallado. Tratamos de que todas las piezas que están en escena se relacionen de alguna manera con el actor. Gran parte del proceso se centró en hacer del texto algo propio e interno», dice Aguasanta Rojas.

La directora considera, además, que La ciudad rota es una historia «con la que podemos conectar fácilmente. Presenta situaciones duras, tristes y a la vez hermosas». Escogió este texto por la libertad que María Prado le da al director al casi no escribir acotaciones respecto a cómo se debe representar.  A su vez, la obra ha sido para Rojas un proceso lúdico entre los personajes y el público con toques oníricos y surrealistas.

«¿Cómo lo voy a ver si me lo estoy inventando?», pregunta Bastian | Foto Rose Manuzza

Un juego onírico para descubrir quiénes son

El diálogo de la obra hace constantes referencias a clásicos de la literatura como Alicia a través del espejo de Lewis Carrol y La historia sin fin de Michael Ende. «¿Cómo te llamas? Te queda Álex o algo más étnico, como Bastian», dice Alicia. Luego de los eventos que destrozaron sus ciudades, un terremoto y un bombardeo, los dos olvidaron quiénes son.

Así iniciarán en un viaje para recordar lo que vivieron y cómo cambiar sus recuerdos puede ser la clave para construir un mejor futuro. «La siguiente pregunta es quién soy en el mundo», dice la protagonista porque las ciudades que los definían ya no existen. Incluso los personajes hacen hincapié en el valor de la palabra y en cómo el hecho de nombrar algo es el primer paso para construir la ciudad que ahora está rota.

«La primera grieta del terremoto se veía aquí, en mi costilla izquierda», exclama Alicia. La destrucción inevitable de sus hogares significó para ellos un quiebre personal. Un cuadro se derrite desde el techo al lado de un reloj que ya no funciona pero que aún creen escuchar. La historia es conmovedora. Pero, sobre todo, resalta el poder de los recuerdos para construir un futuro mejor. «Me niego a recordar que soy una víctima, porque no lo soy», afirma Bastian.

Ciudad rota

Parte de la escenografía es la guía de viaje de Alicia | Foto Rose Manuzza

Una propuesta escénica caracterizada por los cambios de luces, la música y la escenografía detallista, realizada exclusivamente para la pieza. La ciudad rota pacta con el público un juego onírico de dos sobrevivientes  que se construyen a partir de las ruinas.  «Hay otras cosas que si las olvidamos podemos olvidar lo que somos y en lo que podemos convertirnos», expresa Alicia.


La ciudad rota

Del 24 de enero al 2 de febrero

Viernes 5:00 pm, sábado y domingo a las 4:00 pm

Entradas Bs 100.000 disponibles también aquí

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