Que no puedes comer pescado o carne cruda. Que tampoco se te ocurra ingerir ciertos tipos de quesos como el azul, brie o camembert. Que debes tener cuidado con los huevos. Y ni hablar del café o de las bebidas alcohólicas: eso sí que está prohibido.
Durante 9 meses, las mujeres embarazadas están limitadas a una dieta estricta que, para muchas, significa renunciar a una parte importante de sus placeres.
La posibilidad de enfermarse o contagiarse con algún virus es un fantasma que está ahí y que ninguna mujer en etapa de gestación quiere experimentar.
Pero, de todas formas, hay algunas que son más relajadas. El argumento es siempre el mismo: que el médico les permitió comer cierto alimento mientras provenga de una fuente confiable.
Así, en esta materia parece no ser todo blanco o negro. ¿Cuáles son realmente los alimentos que las embarazadas deben evitar y por qué?
1. ¿Carne y pescado crudo?
Vayamos por partes. Primero, lo más evidente: ¿es seguro comer carne y pescado crudo?
Según se indica en la página web del Servicio de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés), la carne cruda «es riesgosa» durante el embarazo pues existe la posibilidad de toxoplasmosis.
El obstetra de la University College London Hospitals (UCLH), Davide Casagrandi, le explicó a BBC Mundo que la toxoplasmosis es un «microorganismo que puede causar una enfermedad muy poco severa en la madre pero puede atravesar la placenta y producir problemas en el feto».
Aunque el especialista señala que «es una enfermedad muy poco frecuente», sí recomienda ser cauteloso. «Entre más se cocine la carne, mejor. Esto sobretodo en zonas problemáticas», dice.
En cuanto al pescado crudo, la historia es diferente. El NHS dice que es seguro comerlo siempre y cuando haya sido congelado de antemano.
«Esto se debe a que, ocasionalmente, el pez salvaje contiene pequeños gusanos parásitos que pueden causar enfermedades. El congelarlos mata a los gusanos y hace que el pescado crudo sea seguro para comer. Cocinar también los matará», se indica.
Aún así, el NHS considera seguro ingerir el pescado crudo en platos como el sushi, pues, dicen, la mayoría está hecho con «peces de cultivo» los que, debido a sus métodos de cría, tienen muy poca probabilidad de contener parásitos.
La economista estadounidense Emily Oster hizo su propia investigación al respecto cuando estaba embarazada. Autora del libro «Expecting Better» (Esperando mejor), explica algunos mitos sobre la dieta que supuestamente deben respetar las embarazadas (y cuán riesgoso es no hacerlo).
Sobre el pescado crudo, Oster afirma que, de consumirlo, es «muy raro» contagiarse de alguna enfermedad. «Algunos alimentos, como el sushi, tienen componentes que te pueden enfermar pero no es especialmente peligroso para el bebé», dice a BBC.
Otros alimentos crudos, como el huevo, también deben evitarse, dice David Casagrandi, pues pueden contener enfermedades como la salmonella que podría producir daño al feto.
Mientras, los vegetales sí pueden comerse crudos mientras estén bien lavados.
2. Los quesos y la listeria
En general, hay consenso de que las mujeres embarazadas deben evitar los quesos blandos con corteza blanca, como el brie o camembert.
Tampoco es bueno consumir otros quesos suaves como el azul o el roquefort. Todos ellos son seguros solo si se han cocinado, explica el NHS.
La razón detrás de esta recomendación es la listeria, una infección muy poco común pero que, de adquirirla, puede causarle daño al feto. Por lo mismo, se recomienda consumir solo quesos «pasteurizados».
«Si está pasteurizado y han seguido todas las normas estándares internacionales, son seguros. Pero hay ciertos quesos artesanales con los que se recomienda ser más cautelosos aunque no están contraindicados», explica Casagrandi.
«La listeria está muy sobrerrepresentada, es relativamente infrecuente. Hay mujeres que lo piensan, que vienen al médico convencidas de que tienen listeria, pero es mucho menos frecuente de lo que se reporta», agrega el obstetra.
La misma opinión tiene Emily Oster quien afirma que, de acuerdo con los resultados de su investigación, es muy poco común que un queso contenga listeria. «En la mayoría de los casos no sucede», dice.
En cuanto a otros quesos, el NHS asegura que las embarazadas pueden comer todos los que sean «duros», como el cheddar o el parmesano.
«Los quesos duros no contienen tanta agua como los quesos blandos, por lo que es menos probable que crezcan bacterias en ellos», explica el servicio de salud británico.
3. ¿Qué tan dañina es la cafeína?
Normalmente, las mujeres en período de gestación tienden a creer que deben olvidarse del placer de tomar un café por la mañana.
Esto ocurre porque se ha sugerido que la cafeína aumenta el riesgo de aborto. Una idea que, tanto el doctor Casagrandi como Emily Oster, desmienten.
«La evidencia sobre el riesgo de aborto es bastante débil. Cuando ves estudios comparados de mujeres que consumieron café, realmente no hay evidencia de que ellas tengan más riesgo de aborto a no ser que empiecen a tomar un gran número de cafés, como 10 o más al día», dice Oster.
Casagrandi, en tanto, afirma que «no está comprobado que bajas dosis de cafeína hagan daño. Nadie lo contraindica, una o dos tazas diarias no importa, aunque se recomienda no exagerar».
Distinto es el escenario en el caso de bebidas alcohólicas. «Hay consenso de que no se debe tomar ni tampoco fumar», dice el obstetra, sobretodo si se hace en exceso, pues puede traer consecuencias físicas y mentales para el feto.
Pero, ¿se puede consumir alcohol en dosis moderadas?
Emily Oster cree que sí. «De acuerdo a la evidencia, tomar ocasionalmente no trae las mismas consecuencias que tomar en exceso», dice.
4. ¿Hay alimentos que pueden apresurar el parto?
Según la creencia popular, hay ciertos alimentos que pueden acelerar el proceso del parto. Entre ellos, se cuenta la comida picante o la piña.
También se habla de otras cosas que pueden ayudar, como tener sexo o estimularse los pezones.
Pero ¿qué tan cierto es?
Según Emily Oster, «desafortunadamente todas esas cosas son inútiles para apurar el parto. Puedes disfrutar de la comida picante, pero no ayudará», dice.
Lo mismo asegura Davide Casagrandi. «Es muy popular pero no hay evidencia científica sólida que lo sostenga. Es posible, nadie niega que sea posible, pero no se ha hecho ningún estudio a gran escala que permita afirmar que eso ocurre así», dice.
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