Humberto Prado, director general del Observatorio Venezolano de Prisiones, considera que Iris Varela debe ser investigada para que hechos como el ocurrido el 13 de febrero no se repitan
Prado se refirió a que un grupo de presos, recluidos en la cárcel de Santa Ana, estado Táchira, fue trasladado a una carpa en el puente internacional Las Tienditas, en la frontera con Colombia, a fin de usarlos, presuntamente, para amedrentar a los ciudadanos que requieren ayuda humanitaria. Cuestionó quién autorizó el traslado de los reclusos a la frontera.
“Varela desde 2012 ha ido construyendo su propia tropa a través de la práctica de orden cerrado que los expone bajo una ideología”, dijo.
Señaló que esta situación preocupa porque recuerda la creación de una especie de “Gestapo venezolana”, similar a la creada por los nazis, en la que los ex convictos fueron reclutados para crear una policía con el propósito de matar, amedrentar y desaparecer a civiles y adversarios políticos.
Para el dirigente de la ONG la circunstancia atenta contra la dignidad humana, el derecho a la vida e integridad personal de los privados de liberad y de la comunidad en general, pues con la medida se pretende colocar a los internos como «escudos humanos» frente al resto de los ciudadanos.
“Con esas medidas gubernamentales no solo los órganos del poder público están atentando contra los tratados internacionales en materia de derechos humanos, sino que también, el Estado venezolano está irrespetando las disposiciones establecidas en la Constitución y el Copp”, destacó.
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