El entrenador venezolano Rafael Dudamel afirmó este lunes tras llegar a Belo Horizonte, que aceptó el desafío de abandonar la selección de su país y dirigir al Atlético Mineiro debido a la «grandeza» y la «historia» del club brasileño.
«Simplemente escogí el Atlético por su grandeza, por su historia. Es una linda oportunidad para venir y triunfar», dijo el técnico al explicar las razones que tuvo para dejar de ser seleccionador de Venezuela.
Dudamel se declaró feliz con su nuevo desafío tras visitar la sede del club de Belo Horizonte, en donde firmó contrato por dos temporadas y tiene previsto iniciar sus trabajos el miércoles, para cuando está programado el retorno de los jugadores y su presentación oficial.
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El venezolano fue recibido en el aeropuerto por unos 50 hinchas y se ciñó un sombrero con los emblemas del club.
Estilo ganador
El entrenador dijo que su «estilo» como técnico del Mineiro será «ganar» al ser interrogado sobre si repetiría en Brasil los planteamientos defensivos con que generalmente alineaba la selección venezolana.
«El estilo es ganar. Queremos ganar, dar muchas alegrías. Vamos a conocer los jugadores, conversar con los dirigentes, con el club. Vamos a formar un equipo que, sobretodo, compita. Siempre compitiendo para alcanzar los lugares mas altos», afirmó.
Agregó que el Mineiro cuenta con «una buena base de jugadores» a los que quiere elevar a «su más alto nivel».
«El jugador que viene al Atlético tiene que entender que tiene que rendir al nivel del club. El club tiene una historia, un desempeño maravilloso. Comisión técnica y jugadores tienen que comportarse, trabajar y rendir siempre al máximo», dijo.
El equipo, que este año disputará la Copa Libertadores, tiene en sus filas al mediapunta venezolano Rómulo Otero.
Dudamel trabajará en Brasil con varios de los miembros de la comisión técnica de la selección principal de Venezuela.
Dudamel se desempeñó como portero de la selección de su país en los años noventa y su mejor período como jugador lo tuvo en Colombia, cuando disputó la final de la Copa Libertadores de 1999 con el Deportivo Cali, equipo que cayó en la final ante el Palmeiras.
Antes de dirigir a la Vinotinto, entrenó a los clubes de su país Estudiantes de Mérida y Deportivo Lara de Barquisimeto.
El venezolano, quien releva en el cargo a Vágner Mancini, era la segunda opción que tenía el Mineiro para contratar a un entrenador, después del frustrado fichaje del argentino Jorge Sampaoli, quien abandonó el Santos.
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