Canadá se comprometió este lunes a mantener la cooperación militar y humanitaria con Irak, a la vez que reiteró su compromiso para conseguir un país estable y unido. La promesa se dio durante una llamada de los ministros de Asuntos Exteriores de Canadá, François-Philippe Champagne, e Irak, Mohamed Ali al Hakim.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá señaló en un comunicado que durante la conversación Champagne y Al Hakim se mostraron de acuerdo en que «es necesario reducir la tensión, ya que paz y estabilidad son claves para mantener las reformas políticas y económicas en marcha en Irak».
Las autoridades del país norteamericano añadieron que Champagne «prometió seguir trabajando con el gobierno de Irak para lograr la paz, estabilidad y prosperidad que el pueblo de Irak quiere y se merece».
La conversación entre Champagne y Al Hakim se da después del aumento de la tensión en Medio Oriente, pues Estados Unidos mató al general iraní Qasem Soleimani en el aeropuerto de la capital iraquí en un ataque con drones armados con misiles.
Luego de la muerte de Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, las autoridades iraníes han prometido vengar la muerte del general, mientras que las autoridades iraquíes han solicitado la salida del país de todas las fuerzas militares extranjeras.
La expulsión de tropas extranjeras afecta a centenares de soldados canadienses. Ottawa tiene desplegados en Irak a alrededor de 250 soldados como parte de la misión de la OTAN para capacitar a las fuerzas militares y policiales iraquíes.
Además, Canadá cuenta con varios centenares de soldados y fuerzas especiales en Irak como parte de la Operación Impact, la cual asiste en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Reducir la tensión
El comunicado del ministerio de Canadá no señaló si Champagne y Al Hakim trataron de forma específica el futuro de las tropas canadienses en el país, especialmente las que están capacitando a las fuerzas de seguridad iraquíes.
Canadá está intentando mantener un difícil equilibrio diplomático desde la muerte del general Soleimani.
El viernes pasado, tras el ataque de Estados Unidos contra el convoy en el que iba Soleimani, Champagne solicitó a ambas partes moderación y reducir la tensión en la región.
Aunque Champagne se mostró crítico con la persona y acciones de Soleimani, no aprobó la muerte del general iraní, tal como sí lo han hecho otros aliados de Estados Unidos.
«Desde hace tiempo Canadá ha estado preocupada por la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución dirigida por Qasem Soleimani. Sus acciones agresivas han tenido un efecto desestabilizador en la región», afirmó Champagne.
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