La 91° edición de los Premios Oscar celebrada este domingo en el Teatro Dolby de Los Angeles, se caracterizó por ser bastante ágil y exenta de grandes polémicas. La excepción la marcó el director Spike Lee, quien se enfureció cuando la actriz Julia Roberts anunció a Green Book: Una amistad sin fronteras como la cinta merecedora al Oscar a Mejor película.
Sin duda, muchos quedaron sorprendidos con la decisión de la Academia, considerando que la cinta dirigida por Peter Farrelly competía con favoritas como Bohemian Rhapsody, Roma y El vicepresidente: Más allá del poder, además de Infiltrado del KKKlan, del propio Lee, pero al parecer al que más descolocó fue a este último.
Según reportaron diversos medios estadounidenses presentes en la ceremonia, el también guionista y productor levantó las manos en señal de disgusto cuando Green Book fue anunciada como ganadora. Inmediatamente después, Lee se levantó de su asiento y caminó airadamente hacia la parte de atrás del auditorio.
Después de avanzar unos metros, el cineasta dio la vuelta y entabló una intensa conversación con el actor Jordan Peele, quien estaba detrás de él. Finalmente, Lee regresó a su butaca, pero dio la espalda al escenario durante los discursos de agradecimiento del equipo de Green Book.
La reacción del director fue diametralmente opuesta a la que tuvo cuando Infiltrado del KKKlan se alzó con el Oscar al Mejor guion adaptado. En ese momento, Lee se apresuró en subir al escenario para recibir su premio junto con Charlie Wachtel, David Rabinowitz y Kevin Willmot, mientras el público lo ovacionaba de pie.
Minutos después de finalizada la premiación y tras bambalinas, Spike Lee explicó a los periodistas el motivo de su comportamiento tras el triunfo de Green Book. «Estoy en mi sexto trago y ustedes saben por qué», dijo sonriendo con una copa en la mano.
«Tengo mala suerte, cada vez que alguien es chofer de alguien, pierdo», señaló el director haciendo un paralelo entre la cinta de Peter Farrelly, basada en una historia real sobre un viaje en auto por el sur de Estados Unidos de un hombre blanco que es chofer del pianista afroamericano Don Shirley, y Conduciendo a Miss Daisy la ganadora del Oscar a Mejor película de 1989, y que trata sobre una antipática mujer blanca y su chofer afroamericano.
Ese mismo año, «Haz lo correcto» de Spike Lee aspiraba a ser nominada a Mejor película y así competir con Conduciendo a Miss Daisy, pero solo fue candidata a Mejor guion original.
Mensaje político
Durante la jornada de anoche, el director recibió de manos de su amigo Samuel L. Jackson el Oscar a Mejor guion original por Infiltrado de KKKlan. Una vez frente al micrófono, Lee advirtió a la producción de la ceremonia que se tomaría su tiempo.
Así, señaló que su premio llegó en el Mes de la Historia Negra y mencionó una serie de datos sobre los 400 años de esclavitud de los africanos en América. También dijo que su abuela se graduó de la universidad de mayoría negra Spelman College, a pesar de que su madre fue una esclava.
«Ante el mundo reconozco a nuestros ancestros que ayudaron a construir este país», dijo Lee. «Todos nos conectamos con nuestros ancestros… cuando amamos nuestra humanidad».
El director también se adentró en la política mencionando la elección presidencial de 2020, pidiendo a la gente que se movilice y «esté del lado correcto de la historia. Tomen la decisión moral del amor en vez del odio».
«Haz lo correcto», dijo aludiendo al título de su película. «Saben que tuve que meter eso ahí», finalizó.
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