Dos Eva a un lado del manzano y dos Adán en el otro, todos coqueteando con lascivia: un cuadro del pecado original, versión LGBT. La pieza deberá ser retirada de una iglesia luterana sueca porque la actitud de la serpiente, que evoca una mujer transexual, da una mala imagen.
Obra de la artista Elisabeth Ohlson Wallin, la pintura de 1,3 por 1,9 metros figura a la derecha del altar de la iglesia de San Pablo en Malmö.
La pintura incluye una serpiente, encaramada en el manzano, representada como una mujer transexual. Y es ese reptil, habitualmente asociado con el mal, lo que pone nervioso al obispado.
«La serpiente hace posible la interpretación de que una persona transexual es mala. La Iglesia sueca no puede aceptar eso», escribió en un comunicado la diócesis.
Esta decisión entristece a la pastora de San Pablo, Sofía Tunebro. “Hace 10 años que estamos casando, en la iglesia luterana sueca, a parejas homosexuales», dijo.
«Elisabeth Ohlson Wallin hizo mucho por la integración y representación de las personas LGBT en el mundo cristiano», agregó la ministro luterana.
Decepción también para la artista de 58 años de edad, que se reivindica como creyente y se hizo famosa hace 20 años con una exposición controvertida que mostraba a Jesús con tacones altos rodeado de 12 apóstoles travestis.
«Mi intención es crear obras cristianas en las que las personas LGBT puedan identificarse», dijo a la artista.
La Iglesia Luterana de Suecia, encabezada desde 2013 por una mujer arzobispo, es una de las primeras en autorizar la ordenación de mujeres (1958) y los matrimonios homosexuales (2009).
También en 2009 Eva Brunne se convirtió en el primer obispo abiertamente homosexual del mundo.
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