La ratificación de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional es importante en la lucha por la reinstitucionalización del país.
Analistas aseguran que de no ser reelegido en su cargo para el período 2020-2021 se generaría un desastre político y diplomático en la estrategia opositora.
El clima en el Parlamento se ha visto afectado en las últimas semanas a consecuencia de la presunta vinculación de un grupo de diputados en hechos de corrupción. A partir de entonces se habla de una supuesta rebelión de legisladores –70, según José Brito– en contra de Guaidó.
Algunos de los involucrados en hechos de corrupción –Brito, Luis Parra, Conrado Pérez y Adolfo Superlano– denunciaron también irregularidades con la ayuda humanitaria. Además, han sugerido que el también presidente encargado de la República no quiere salir del régimen de Nicolás Maduro.
Respaldo
Otra de las vicisitudes que se presentan ante la elección de la nueva junta directiva parlamentaria es el pacto firmado por la oposición en 2016. De acuerdo con este convenio, en 2020 le corresponde a los partidos minoritarios presidir la Asamblea Nacional, que ya ha sido dirigido hasta ahora por el G4, Acción Democrática, Primero Justicia, Un nuevo Tiempo y Voluntad Popular.
Sin embargo, este problema parece resuelto. Este lunes 27 partidos reafirmaron la ratificación de Guaidó como presidente de la Asamblea y encargado de la República. Entre ellos se encuentran, además del G4, Encuentro Ciudadano, La Causa R, Copei, MDI y Nuvipa, que tienen representación en el Legislativo. Una ratificación similar se había originado a principios de septiembre, aunque en su momento se calificó de extemporánea.
Cambiemos y Avanzada Progresista, que actualmente dialogan con el régimen, no parecen apoyar su juramentación, y la Fracción 16 de Julio aún no se sabe qué decisión tomará. No obstante, la participación de estos bloques parlamentarios es bastante escasa.
La Presidencia Encargada
“Si Guaidó no es presidente de la Asamblea Nacional decae la base institucional de todo el proceso. Él está en la situación que está por haber sido presidente del Parlamento”, resaltó el analista político y profesor de Derecho Constitucional, Luis Salamanca.
A su juicio, su condición de presidente del Legislativo es el único fundamento constitucional que posee para ejercer la Presidencia Encargada. “Hay una relación inédita, constitucionalmente hablando, entre la Presidencia de la AN y la Encargaduría, que ha ido más allá de un mes –lo que establece la Constitución– por razones ajenas a Guaidó”, indicó.
El politólogo Daniel Arias afirmó que de ejercer Guaidó como presidente interino sin presidir el Parlamento “generaría un conflicto constitucional, legal y político”. Por tanto, considera que no es conveniente la separación de ambos cargos, hasta que no se produzca el cese de la usurpación.
“La AN es una institución física, que existe, mientras que la Presidencia Interina todavía no existe sino desde el punto de vista hipotético y potencial”, precisó.
De no ser ratificado
En el supuesto caso de que el mandatario interino no sea ratificado como presidente de la Asamblea Nacional, el escenario para salir de la usurpación sería mucho más incierto. De acuerdo con Salamanca, la Presidencia Interina podría ser transferible al nuevo presidente del Parlamento.
Sin embargo, este tendría que asumir la jefatura ejecutiva, como lo hizo Guaidó el 23 de enero. “Creo que si los minoritarios toman el Parlamento no van a ir por ese camino, van a ir por los comicios parlamentarios sin preocuparse por la elección presidencial”, expresó.
Afirmó que en la carta magna no se establece la separación del cargo de presidente de la Asamblea Nacional cuando se asume como presidente interino, por lo que no podría continuar con este cargo. “La norma debió ser más explícita, pero está como está y así hay que entenderla”, dijo.
El escenario
En caso de que un nuevo presidente del Legislativo asuma la Presidencia Encargada, se presentaría otro dilema: el liderazgo conseguido por Juan Guaidó durante 2019 que, aunque ha menguado, se mantiene. También, el respaldo de más de los 55 países, incluido Estados Unidos, a su Presidencia Encargada.
“Más allá del aspecto formal, Guaidó ha ganado liderazgo. Es el más importante líder político, es la persona que más legitimidad tiene para ser considerado líder político”, resaltó Salamanca.
Este liderazgo, que podría consolidar una unidad de partidos opositores, disidentes, ciudadanía, gremios, comunidad internacional y FANB, no la podría adquirir un dirigente minoritario solo por ser presidente del Parlamento, explicó.
“Ninguno por separado puede lograr el cambio. Se necesita un acuerdo, una conjunción de fuerzas, incluida parte de la que sostiene a Maduro”, alegó.
Además, agregó, quedaría la incertidumbre de qué sucedería con los embajadores nombrados por Guaidó y las distintas juntas ad hoc nombradas en empresas como Citgo, Pequiven y Monomeros, entre otros.
“Como están en juego cuestiones muy importantes y de mucho peso político y económico, al final habrá que buscar una forma para que Guaidó sea una vez más presidente del Legislativo”, indicó.
El reto
Arias indicó que de no repetir el también dirigente de Voluntad Popular habría que volver a organizar la política exterior con los países que han reconocido a Guaidó. Además de reestructurar las relaciones con Estados Unidos, principal aliado del presidente interino.
“La Presidencia Encargada solo sería transferible en caso de una tragedia de fuerza mayor. Sin embargo, desde el punto de vista político no creo que haya alguna intención en el G4 ni en los países del Grupo de Lima y Estados Unidos de hacer algún tipo de sustitución”, manifestó.
Aseguró que la junta que se juramente el 5 de enero de 2020 se encontraría ante un escenario mucho más grave que el actual, con mayores sanciones económicas, aumento de la crisis política y la tensión con los países fronterizos, como Colombia y Brasil.
“La junta que asuma el 5 de enero tiene el deber de llevar al régimen de Maduro una batalla final antes de que se produzca cualquier proceso electoral parlamentario”, finalizó.
@ebritop22
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