Becky G asegura que su vida cambió con una «crisis de la mediana edad» a los 9 años. En ese entonces decidió que quería trabajar para ayudar a sacar a su familia de la pobreza. No ha parado desde entonces.
Ahora con 22 años de edad y un nombre en la escena musical, la cantante mira atrás y reconoce todo su esfuerzo. Sabe que ese boleto dorado que la lanzó a la fama no lo tienen muchos latinos en Estados Unidos.
«No es algo que tomo a la ligera, me siento muy bendecida», dijo Becky G, cuyo nombre de pila es Rebecca Marie Gómez.
A los 9 años de edad, poco antes de su crisis, su familia perdió su casa y terminó viviendo en el garaje de sus abuelos paternos, que son mexicanos, con serios problemas financieros.
«Estaba lo suficientemente mayor para entender lo que estaba pasando pero muy joven para hacer algo. Eso me frustraba», recordó. «Sentí que era importante dar la cara y comenzar a trabajar», agregó.
Hizo algunos comerciales y doblaje, apareció en un cortometraje y se sumó a una banda. Al tiempo comenzó a publicar videos en Internet de ella interpretando versiones de temas populares.
Y por allí comenzó el camino al éxito, que hoy incluye dos número 1 en la lista Billboard Latin Airplay y papeles protagónicos en dos películas: Power Rangers and A.X.L.
Además se presentó con grandes estrellas como Katy Perry, Demi Lovato, J Balvin, Fifth Harmony y Jason Derulo. También grabó con Pitbull, Daddy Yankee, Bad Bunny, Yandel y CNCO.
Tiene temas con Maluma y la brasileña Anitta. Su primer álbum de estudio Mala santa, que salió en octubre, ganó disco de platino y el Latin American Music Award como Artista Favorita Femenina.
«No sabría decir cómo obtuve mi boleto dorado, es trabajo duro, perseverancia, un gran sacrificio», señaló.
«Faltan oportunidades»
Una prueba clara de sueños difíciles de cumplir es los de los jóvenes retratados en el documental The All-Americans, del que Becky G fue productora ejecutiva. La producción sigue la rivalidad de los equipos de fútbol americano de dos escuelas en East Los Angeles, una ciudad mayoritariamente latina y con mucha pobreza.
La película sigue el caso de un estudiante aceptado en grandes universidades, a las que simplemente no puede asistir por no tener el dinero, o el de otro padre adolescente, que tiene que trabajar para proveer a su nueva familia.
«Son jóvenes sometidos a un ajetreo eterno y un sacrificio constante a tan temprana edad», señaló la cantante.
Becky G siente que fácilmente pudo ser uno de esos chicos. Ahora tiene planes para ayudar a otros estudiantes en situación de pobreza, aunque prefirió no dar detalles hasta que el proyecto esté listo.
«Soy una apasionada de la educación», expresó. «Estoy haciendo todo lo que puedo para poner fin a este tipo de historias. Niños cayendo en las grietas de un sistema que no está sirviendo a estos estudiantes».
La artista además trata de sumarse a las mujeres latinas que luchan por espacios en Hollywood. «Es escalofriante ver que no somos muchos de nosotros», señaló, al recordar que en la cena del fin de la producción de A.X.L. notó que era la única mujer latina en la mesa.
«No es por falta de talento, hay mucha gente preparándose y rezando por una oportunidad, pero la realidad es que faltan oportunidades en general», aseguró.
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