José Gregorio Álvarez lleva cuatro años luchando para que se haga justicia en la muerte de su hijo, Yovanny José Álvarez Carrillo, de 17 años de edad, estudiante de bachillerato, hecho ocurrido el 19 de noviembre de 2015, en la zona industrial de Maturín, estado Monagas, detrás de Embutidos de Oriente.
En el suceso también murió Carlos Eduardo Gamardo Marcano, de 20 años de edad.
Los imputados en el doble homicidio son tres funcionarios de Polimaturín, identificados como Cristiani Ferrer Acuña, Danny Jhon Zorrilla e Ildemaro Tonito.
Álvarez denunció que 39 audiencias preliminares han sido diferidas y los defensores de los imputados por los delitos de homicidio calificado con alevosía y uso indebido de arma orgánica, han recusado a cinco jueces.
La audiencia número 39 que se realizaría en el Tribunal Quinto de Control, a cargo de la juez Laura Velásquez, fue suspendida porque los defensores alegaron no haber sido notificados.
Álvarez explicó que los amigos de los defensores de los policías convirtieron en un caos el edificio de los tribunales al gritar que recusarían a la juez Velásquez.
La audiencia número 40 fue fijada para el 18 de este mes en el Tribunal Sexto de Control a cargo del juez Erick Ferrer.
Álvarez anunció que si Ferrer es recusado o la audiencia es diferida, solicitará ante la presidenta del Circuito Judicial de Monagas, Patricia Mirabal, la radicación del juicio en el Área Metropolitana de Caracas en vista de que en Monagas no ha habido justicia para el doble homicidio.
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