El ex presidente de Bolivia Evo Morales informó este miércoles que dejó de hospedarse en un campo militar y se mudó a una vivienda en Ciudad de México, en la que ya no percibirá ayuda de manutención del gobierno mexicano.
«Desde anoche nos trasladamos a otro lugar. Ahora que salimos del recinto militar del Ejército, saludo la gran solidaridad del pueblo mexicano y del gobierno», expresó Morales en una rueda de prensa en la capital de México.
El ex mandatario boliviano contó que fue difícil conseguir espacios para vivir. También, agradeció la cooperación de simpatizantes que le ayudan con la manutención en el país.
Su equipo confirmó que Morales se mudó a un emplazamiento de Ciudad de México, cuya dirección no será revelada por seguridad. Asimismo, dijo que ya no recibirá la manutención del gobierno mexicano que recibió hasta ahora.
Morales aseguró que durante las dos semanas viviendo en el Campo Militar Número 1, se sintió mejor que en Bolivia y agradeció a las personalidades que lo visitaron.
Como la secretaria mexicana de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con quien conversó largamente en un encuentro este martes.
El asilo concedido al ex mandatario boliviano desató polémica en México porque el gobierno le proporcionó hospedaje, seguridad pública y recursos para su manutención.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó estas críticas de mezquindad. Al respecto, López Obrador reivindicó la larga tradición mexicana de asilo a perseguidos políticos, como los republicanos españoles o León Trotsky.
Una auditoría de la OEA que señalaba graves irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, y obligaron a Morales a abandonar Bolivia.
La renuncia de Morales ha sido calificada como golpe de Estado por varios gobiernos y políticos latinoamericanos. Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.
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