Comencemos por hacer un análisis del amor en las diferentes apreciaciones humanas. El filósofo chileno Humberto Maturana nos dice algo muy interesante: El Homo sapiens no se volvió sapiens por el desarrollo de su intelecto, si no por el desarrollo de su lenguaje. Es el lenguaje y su progresiva sofisticación lo que produjo el desarrollo intelectual y no al revés. Entonces –se pregunta– ¿para qué apareció el lenguaje? ¿Para comunicar qué? Y se contesta: El amor.
Claro está, no se refiere este gran filósofo al amor romántico, se refiere “al encuentro afectivo por los demás”.
El amor es la palabra más desvirtuada y manipulada por el ser humano, se han quitado más vidas humanas en nombre del amor que del mismo odio. Todo líder nefasto oprime en nombre del amor. Todos los días se asesina en nombre del amor. Solo observen a los líderes políticos y religiosos, su proceder lo hacen en nombre del amor a la humanidad y de Dios.
En psicología nos definen el amor como un sentimiento de afecto universal hacia las personas, animales o cosas. Para Sigmund Freud, el amor es el instinto de vida (Eros). El amor es una experiencia afectiva conformada por un conjunto de variables muy concretas: necesidad de vincularnos a alguien, necesidad de intimidad, pasión, sexualidad.
Robert Stenberg, profesor de la Universidad de Yale, dio una primera definición psicológica en su libro La teoría triangular del amor sobre lo que en esencia busca y define el amor: Intimidad: son los sentimientos que nos llevan al acercamiento, es la aceptación del otro y confianza en él. Pasión: no necesariamente es atracción física y sexual, también se expresa en la admiración por el otro. Compromiso: es el deseo de construir un proyecto con la otra persona, basado en la confianza y la lealtad.
En psicología analizan el amor en seis tipos: 1-Romántico, pasional, el romance y lo erótico salen a flor de piel. 2- Lúdico, sin compromisos, aventura y diversión. 3- Amistoso, basado en la lealtad, amistad y compañerismo. 4- Maniático, dependencia emocional, obsesiva. Baja autoestima. 5- Pragmático, el sentido práctico es la base. Son realistas y prácticos. Los mismos intereses y compatibilidad. 6- Desinteresado y desprendido, es romántico y amistoso. Crece poco a poco y se cimienta sobre bases firmes. ¿Es este el verdadero amor? ¿Qué nos dice la ciencia?
En el amor existe cierto componente biológico, tormenta química conformada por neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, la oxitocina.
¿Qué es el amor en filosofía? El amor para Platón siempre es amor a algo y es un fluctuar entre el tener y el no tener. En Leyes, Platón dice que puede haber tres clases de amor: el del cuerpo, el del alma y la mezcla de ambos; y que en general el amor puede ser legítimo o bueno e ilegítimo o malo. El amor malo no es el del cuerpo sino el que se siente cuando no importa el alma ni la luz que producen las ideas en el cuerpo. El cuerpo debe amar con el alma. El amante puede ver en el cuerpo el reflejo del alma de su amado, valores que no pueden ver los que no aman.
El amante aspira a lo amado y el acto de amor engendra en la belleza. El amor a las cosas o a las personas es un reflejo del amor a la belleza absoluta, o sea a la idea en sí de lo bello (Banquete). El amor al prójimo es bueno cuando es por amor a Dios y malo cuando es una tendencia solamente humana. Dice Platón: «El cielo se mueve por amor». Bertrand Russell piensa que “la verdadera felicidad solo se consigue saliendo de uno mismo, abandonando el ego y solidarizándose con los demás”.
¿Por qué es difícil que el amor físico coordine con el amor espiritual? ¿Y el amor a nosotros mismos es egoísmo?
Sara Ortiz, en su escrito ¿Qué enseña Platón del amor?, nos dice: «El amor es el camino, el nexo de unión con aquello que llamamos perfecto, divino, hermoso, sirve de enlace y comunicación llenando el vacío que existe entre lo visible y lo invisible».
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional